Cuando periodismo y medioambiente se unen, generan una práctica esencial, riesgosa e indispensable para aquellas sociedades azotadas por el extractivismo y un modelo industrial depredador: la comunicación ambiental. Hoy en Oír para Creer, Fresia Ramírez Inostroza, avezada comunicadora ambiental, nos acompaña para relatar su experiencia en el rubro, junto a las últimas novedades en la lucha por la justicia climática.
Por Rafael González
TOMATE ROJO: UN MEDIO PARA EL MEDIOAMBIENTE
“Un tomate con colores propios, sin tinte ajeno que lo manche ni intervenga genéticamente”. Con ese lema se describe Tomate Rojo, un medio de comunicación que Fresia junto a Dannae Arias comenzarían a construir en 2016 mientras estudiaban periodismo en el aquel entonces, Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.
Este fue uno de los primeros pasos que convierten a Ramírez en una referente al hablar de comunicación ambiental en Chile. Con este medio buscan destacar la faceta cotidiana del medioambiente: “Mientras tomemos agua o nos alimentemos de verduras, estamos ligados al planeta con todas las repercusiones que eso conlleva en nuestro organismo”.
Su lucha inicial era contra el TPP-11, un tratado de integración económica firmado por Chile, el cual tendría incidencia en la pérdida de soberanía ambiental. Esta lucha hoy se traduce a aquellas agresiones ambientales que, en la prensa tradicional, carecen de cobertura. En la actualidad, Fresia ha participado de numerosos foros dentro y fuera de Chile, para aprender a cómo enfrentar y difundir la emergencia climática.
ACTUALIDAD: LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE POR LA JUSTICIA CLIMÁTICA
Ramírez estuvo parte de marzo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, cubriendo lo que fue el Encuentro Latinoamericano y del Caribe por la Justicia Climática. Abanderada por el Colectivo VientoSur, organización político-medioambiental, asistió al encuentro el cual tenía como foco el detener la “captura corporativa” de los tratados ambientales. Este fenómeno data del Acuerdo de París en 2015 y sienta en la misma mesa de negociación a Estados y empresarios.
Fresia fue parte de la creación del “Mapa de Falsas Soluciones a la Crisis Climática en América Latina y el Caribe”, iniciativa coordinada por la Plataforma Latinoamericana y del Caribe por la Justicia Climática y la Global Campaign to Demand Climate Justice. Su objetivo es exponer a cualquier proyecto que afirme avanzar en la protección del planeta, pero que lleve por detrás fórmulas engañosas, falencias técnicas, supuesta innovación tecnológica y discursos que perpetúen el consumo y acaparación de la riqueza.
Ramírez comenta que, desde la aplicación de este mapa en abril de 2024, han podido identificar algunos patrones:
- El 70% del financiamiento de las falsas soluciones a la crisis climática, es de origen privado.
- La categoría de falsa solución que más se repite, son proyectos para guardar carbonos en bosques y otros ecosistemas, siendo un 50% de los casos.
- Los proyectos de energía eólica y los de plantaciones de nuevos proyectos forestales justificados por la captura de carbono, tienen entre un 10% y 11% del total de falsas soluciones.
- La mayoría de estos casos mapeados surgen después del Acuerdo de París.
- Quienes están invirtiendo en falsas soluciones en Latinoamérica y el Caribe son principalmente, Noruega, Alemania y Francia.
Fresia hace hincapié en que estos esfuerzos no serían posibles de no tender lazos con el área científica.
“ESCRIBIR ME SALVÓ LA VIDA”
Además de su compromiso ambiental, Ramírez está dedicada a tiempo completo en la difusión de la pauta alternativa, la cual es posible transmitir gracias a los medios de los que forma parte. Es presidenta de ANAMIC, la Asociación Nacional de Comunicadores y Medios Independientes y Comunitarios de Chile, vocera de la organización Poder Popular Cerro Navia y editora de Radio JGM.
Desalojos de tomas, demandas estudiantiles, genocidio en Gaza, explotación laboral, brutalidad policial, corrupción y como no, la protección del medioambiente. Estas son solo algunas de las temáticas que no pueden faltar en su pauteo semanal para Vista Panorámica y Radar, noticieros de Radio JGM.
Los intereses que desafía le han valido amenazas, hostigamiento policial y hasta persecución de autos sin patente. A pesar de todo, sus convicciones se mantienen más firmes que nunca. Fresia se autodenomina «periodista desde los 5», poco sabría ella que a sus 28 años sería una referente a la hora ejercer la lucha climática a través de la comunicación.
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