Funcionarios mexicanos, incluida la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, viajarán a Estados Unidos para abordar la controversia sobre el Tratado de Aguas de 1944, que regula el reparto de aguas del Río Bravo y el Río Colorado entre ambos países.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció que Bárcena se reunirá en San Diego, California, con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos para discutir el tema de las aguas vertidas desde Tijuana al Pacífico, y el 23 de abril habrá una reunión de grupos técnicos para evaluar la cantidad de agua disponible en el Río Bravo.
“El día de hoy está la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, en San Diego, va a tener una reunión con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, en inglés) por el tema de las aguas que se vierten de Tijuana hacia el Pacífico”, señaló la mandataria en su conferencia matutina.
México busca evitar que la disputa se vincule a negociaciones comerciales, especialmente ante amenazas de sanciones o aranceles por parte de Estados Unidos, incluyendo declaraciones del presidente Donald Trump, quien ha acusado a México de incumplir el tratado.
La tensión también se refleja en la negativa de Estados Unidos en marzo de 2025 a una solicitud mexicana de entrega de agua para Tijuana, citando los incumplimientos de México.
En México, la controversia ha generado conflictos internos, con estados fronterizos como Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León opuestos a que el gobierno federal tome agua de sus presas para cumplir con Estados Unidos, especialmente en un contexto de sequía.
A pesar de un acuerdo en noviembre de 2024 para mejorar las entregas, México sigue rezagado, habiendo entregado menos del 40% del agua requerida en el ciclo actual, que termina en octubre de 2025.
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