Los príncipes de Gales han dejado Adelaide Cottage, donde residían desde el verano del 2022, para instalarse en su nueva residencia oficial, Forest Lodge, una mansión catalogada como monumento histórico de Grado II en Windsor Great Park. La mudanza se realizó sin previo aviso durante las vacaciones escolares de mitad de trimestre de sus tres hijos, el príncipe Jorge, de 12 años, la Princesa Carlota, de 10, y el Príncipe Luis, de 7, según ha informado el diario británico The Telegraph y confirmado otros medios como la revista Hello!
El objetivo de Guillermo y Catalina es convertir Forest Lodge en su residencia definitiva, incluso cuando el heredero de la corona británica acceda al trono. La mansión georgiana de 1770 dobla las habitaciones que los príncipes tenían en Adelaide Cottage. Disponen ahora de ocho habitaciones además de seis baños, pista de tenis y un estanque en el jardín. Aún así, la pareja real seguirá viviendo sin servicio en el interior de su hogar familiar. La niñera de los niños, la española María Turrión Borrallo, y el personal de limpieza ocuparán, según se ha indicado, otras propiedades de la finca.
Forest Lodge
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Las obras para acondicionar Forest Lodge empezaron en 2001 y han supuesto una inversión aproximada de 1,5 millones de libras esterlinas (1,7 millones de euros) que ha financiado el propio príncipe de Gales. La reforma ha conservado los detalles de época, como la mampostería original, las cornisas y los techos decorados con yeso, las chimeneas de mármol o las ventanas venecianas. Los trabajos, no obstante, han finalizado ante de lo provisto, motivo por el que Guillermo y Catalina han decidido avanzar su mudanza, prevista para antes de Navidad.
El cambio de residencia supone un nuevo comienzo para los príncipes de Gales y sus hijos tras la lucha contra el cáncer que ha librado Kate Middleton. Forest Lodge les acerca todavía más a un entorno marcado por la presencia de la naturaleza, un componente que se ha convertido en imprescindible y terapéutico para la familia del hijo mayor de Carlos III.
La entrada al hall de Forest Lodge
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El nuevo hogar, no obstante, les ha aproximado al tío caído en desgracia del heredero, Andrés Mountbatten-Windsor, instalado todavía en la mansión Royal Lodge, a poco más de un kilómetro y medio en línea recta de la nueva casa de la pareja. Está previsto, sin embargo, que el hermano del rey abandone esta residencia el año que viene y se instale en una de las propiedades reales del complejo de Sandringham, seguramente York Cottage, antigua residencia del jardinero jefe de la finca.
La llegada de los de Gales a Forest Lodge ha causado alguna polémica entres sus nuevos vecinos, afectados por las medidas de seguridad instauradas desde setiembre. Se ha establecido una zona de exclusión y el cierre de la puerta de Cranbourne y el aparcamiento que lleva el mismo nombre.
Los príncipes de Gales con sus hijos
REDACCIÓN / Terceros
Se calcula que la nueva residencia de Guillermo y Catalina tiene un valor aproximado de unos 15 millones de libras esterlina (17 millones de euros). Propiedad de la corona, está previsto que los herederos paguen un alquiler a precio de mercado.



