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La marcha atrás de la administración Trump en política climática tendrá “consecuencias significativas” en el futuro. Así lo ha afirmado Wopke Hoekstra, comisario europeo de Clima, Balance Neto Cero y Crecimiento Limpio.
Hace poco que la UE ha trazado su camino para lograr una reducción neta del 90% de los gases de efecto invernadero en 2040.
Europa es el continente que más rápido se calienta, con fenómenos meteorológicos dramáticos que van desde inundaciones a sequías en varios de los Estados miembros.
Hoekstra cree que la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima es un “golpe duro” a los esfuerzos internacionales para hacer frente al cambio climático.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, cambió radicalmente la política estadounidense en materia de cambio climático al retirarse, por segunda vez, del Acuerdo de París sobre el Clima.
Además, la administración Trump canceló un plan de energía limpia de la era Obama cuyo objetivo era reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas y revocó las normas de emisiones para los vehículos.
Aunque la UE asegura seguir adelante con sus planes para hacer frente al calentamiento global, la capacidad general del mundo para abordar el problema es limitada debido al giro de 180 grados que ha dado Estados Unidos, declaró Hoekstra a ‘Euronews’.
Como segundo emisor mundial de gas CO2, es, “sin duda, totalmente desafortunado y un golpe duro para el esfuerzo internacional”, continuó Hoekstra.
“El cambio climático no discrimina. Al calentamiento del planeta no le importa donde se está emitiendo CO2 al aire. Si el segundo mayor emisor, la potencia más grande del planeta en términos geopolíticos con, básicamente, la mayor economía, dijera: “Gracias, pero preferimos no jugar a este juego”, esto, por supuesto, tendría consecuencias muy importantes”, desarrolló.
Sin embargo, Hoekstra piensa que puede que no todo esté perdido si los inversores estadounidenses ven los dividendos de las tecnologías del sector de la tecnología verde. En su opinión, el sector privado será útil para allanar el camino a la innovación y el suministro de tecnologías mejores y más ecológicas que ayuden al medio ambiente.
“Lo que creo es que en Estados Unidos se verá que siempre que una inversión en, por ejemplo, tecnologías limpias sea rentable, y como efecto secundario sea también algo bueno para el clima, las empresas no van a detenerla” determinó.
Hoekstra también señaló que Europa debe aprovechar esta oportunidad para recuperar o atraer la innovación al continente en el creciente sector de las tecnologías verdes a través de grandes inversiones europeas y un sistema de mercados de capitales que funcione en toda la UE.
“Hay que remodelar el panorama de tal manera que la innovación pueda florecer en toda Europa y para ello habrá que dar pasos de gigante en lo que respecta a la unión de los mercados de capitales”, razonó.
Harán falta “muchas más inversiones tanto de las empresas como de los gobiernos en tecnología e inteligencia artificial”, prosiguió.