Categoria:

Caos en la frontera definirá las próximas elecciones en EE.UU.

Autor: Bloomberg.com

Eagle Pass se convirtió en el punto caliente de cruces de migrantes a finales del año pasado. La policía de Texas y tropas de la Guardia Nacional han tomado un parque de la ciudad en el Río Grande, rodeándolo con alambre de púas y contenedores de transporte y estableciendo patrullas armadas. Fuente: Getty Images

Cómo la ola de cruces fronterizos dio fuerza a Trump, puso a Biden contra las cuerdas y dejó expuesto un sistema de inmigración obsoleto que no gusta a nadie.

Por Julie Fine, Josh Wingrove y Maya Averbuch
Fotografías por Christopher Lee

Lea esta nota en inglés

El alambre de púas en el límite del rancho de Poncho Nevárez en el río Grande pretendía ser un elemento disuasorio. En cambio, solo ha servido para herir y rasgar los cuerpos y las ropas de los desesperados migrantes que se agolpan para llegar a Eagle Pass, en el estado de Texas.

En su opinión, la valla, instalada en la orilla del río por la Guardia Nacional, es una barbaridad y en gran medida ineficaz. Igual de inútil que gran parte de las otras medidas de control fronterizo que han aparecido alrededor de sus 202 hectáreas: presencia de la Policía estatal, helicópteros, drones y boyas fluviales.

“Nada de esto resuelve el problema”, dijo Nevárez, un ex legislador estatal demócrata, mientras apunta a montañas de ropa, pañales y otros desechos dejados por los migrantes en su propiedad.

Poncho Nevárez

Poncho Nevárez

Pertenencias que dejó atrás un grupo de migrantes en la propiedad de Poncho Nevárez.

Pertenencias que dejó atrás un grupo de migrantes en la propiedad de Poncho Nevárez.

El fenómeno migratorio en la frontera se ha convertido en un tema decisivo para las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024. Según una encuesta realizada por Bloomberg News y Morning Consult, la inmigración es la segunda materia más importante para los votantes, después de la economía. Y los caóticos retrasos en los tribunales para procesar las solicitudes migratorias —en diciembre hubo un récord de 10.000 personas al día cruzando la frontera sur—, han expuesto cómo este obsoleto, desfinanciado y opaco sistema judicial estadounidense está a punto de reventar.

“Este tema va a decidir quién se convierte en presidente”, asegura Nevárez.

Donald Trump ha hecho de la frontera su tema de cabecera. Ha dicho a los agentes fronterizos que están “en guerra”. También ha tomado prestado de la retórica de grupos nacionalistas blancos al advertir un “envenenamiento” de la sangre de la nación.

El presidente Joe Biden está a la defensiva. Alega que tiene las manos atadas si el Congreso no actúa para cambiar las leyes. Dicho esto, su Gobierno ha supervisado una cifra récord de expulsiones: más de 600.000 personas forzadas a salir de Estados Unidos en lo que va del año fiscal. Pero no fue Trump el más eficaz al forzar la mano a Biden en este tema. Fue el gobernador —también republicano— de Texas, Greg Abbott.

A principios de 2022, a medida que subía la migración post-pandémica, los republicanos en Texas exigían medidas federales. Abbott escuchó a alcaldes, jueces de condado y jefes de policía hablar de comunidades desbordadas por migrantes que habían sido llevados allí por la Patrulla Fronteriza

“Dijeron que no podían soportarlo más”, declaró Abbott en una entrevista. “Les dije que les ayudaría”.

Así que Abbot y sus ayudantes idearon un plan para contratar autobuses para los migrantes que quisieran ir a las “ciudades santuario” demócratas. El primer autobús llevó a personas de Colombia, Cuba, Venezuela y Nicaragua cerca del Capitolio. Después, otros llegaron a Nueva York, Chicago, Filadelfia, Denver y Los Ángeles.

Un helicóptero del Departamento de Seguridad Pública de Texas detecta migrantes en la frontera.

Un helicóptero del Departamento de Seguridad Pública de Texas detecta migrantes en la frontera.

Alambre de púas a lo largo del Río Grande.

Alambre de púas a lo largo del Río Grande

El centro de procesamiento de migrantes Firefly.

El centro de procesamiento de migrantes Firefly.

El gobernador Abbott colocó barreras flotantes en el Río Grande para disuadir a los migrantes de cruzar desde México.

El gobernador Abbott colocó barreras flotantes en el Río Grande para disuadir a los migrantes de cruzar desde México.

Otras autoridades fronterizas, como los gobernadores de Florida y Arizona, adoptaron medidas similares. A principios de marzo, Texas había expulsado en autobús a más de 105.000 personas.

“Cada estado es ahora un estado fronterizo, cada ciudad es ahora una ciudad fronteriza”, dijo Trump el martes durante un discurso de campaña en Michigan.

De un momento a otro, estos inmigrantes —muchos de ellos pobres, sin permiso para trabajar y poco preparados para los fríos inviernos— abandonados a su suerte en las puertas de bastiones demócratas, motivaron la discusión política desde Nueva York hasta Chicago. Incluso ciudades dirigidas por demócratas, como Denver y El Paso (Texas), pagaron por llevar a los inmigrantes a otros destinos.

La contralora de Illinois, la demócrata Susana Mendoza, criticó el transporte en autobús de Abbott por inhumano, pero dijo que es eficaz para abrir una brecha entre los funcionarios locales y federales. “Desde un punto de vista político, es una medida genial”, dijo.

Paradójicamente, los autobuses también atrajeron a algunos inmigrantes a su llegada a Texas. Aunque muchos organizaron su propio transporte a otras partes del país, otros se enteraron de que podían conseguir un viaje gratis, según Valeria Wheeler, directora ejecutiva de Mission: Border Hope en Eagle Pass, que proporciona refugio temporal a los migrantes antes de que sigan su camino.

“En cuanto entran a nuestra oficina, dicen: ‘Queremos ir a los autobuses gratuitos’”, explica. Estos “ayudan a muchos solicitantes de asilo a seguir adelante e ir a su destino final o a otros lugares”.

Valeria Wheeler

Valeria Wheeler

En los últimos meses, Eagle Pass se ha convertido en el punto caliente de cruces de migrantes. La ciudad de 30.000 habitantes, en el condado de Maverick, es más conocida fuera de Texas como escenario de la novela de Cormac McCarthy No es país para viejos. Del lado mexicano del río está Piedras Negras, la ciudad de la que se dice que nacieron los nachos.

La concejala Mónica Cruz, que también es agente inmobiliaria, lamenta que la ciudad esté tan fuertemente vinculada a la inmigración ilegal.

“Soñábamos con que la gente supiera dónde estaba Eagle Pass”, dijo Cruz. “No queremos una idea equivocada, ni la mala atención”.

La Policía de Texas y tropas de la Guardia Nacional toman el control de un parque de la ciudad a orillas del río Grande, rodeándolo con alambre de espino y contenedores de transporte.

La Policía de Texas y tropas de la Guardia Nacional toman el control de un parque de la ciudad a orillas del río Grande, rodeándolo con alambre de espino y contenedores de transporte.

Abbott respondió a la oleada con el envío de policías estatales y la Guardia Nacional, y han hecho una demostración de fuerza. Un parque de la ciudad junto al río Grande está rodeado de alambre de púas y contenedores de transporte. Tropas camufladas patrullan la zona con rifles. En las inmediaciones hay estacionados helicópteros y humvees.

El espectáculo forma parte de la iniciativa de seguridad fronteriza de US$11.000 millones de Abbott, la Operación Lone Star, que, según las autoridades, ha permitido 500.000 detenciones en todo el estado y más de 40.000 arrestos de delincuentes.

El teniente Christopher Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública, señala que las llegadas a Eagle Pass se han reducido a una media de unos cientos al día este año, frente a los 2.000 de finales del año pasado. Pero reconoce que hay un aspecto de juego de azar en el esfuerzo, con una mayor aplicación de la ley en una parte de la frontera a menudo empujando a los migrantes a unos pocos kilómetros río abajo, o tan lejos como lugares como El Paso, Arizona o California.

Migrantes suben a un autobús patrocinado por el Estado con destino a Nueva York en Mission: Border Hope en Eagle Pass.

Migrantes suben a un autobús patrocinado por el Estado con destino a Nueva York en Mission: Border Hope en Eagle Pass.

Migrantes reciben una pulsera y son escaneados antes de subir a un autobús con destino a Nueva York.

Migrantes reciben una pulsera y son escaneados antes de subir a un autobús con destino a Nueva York.

En Mission: Border Hope, carteles en español informan a los migrantes de su ubicación.

En Mission: Border Hope, carteles en español informan a los migrantes de su ubicación.

Una familia ecuatoriana espera la llegada de un autobús a Nueva York patrocinado por el estado de Texas.

Una familia ecuatoriana espera la llegada de un autobús a Nueva York patrocinado por el estado de Texas.

“Con estas barreras podemos asegurar una zona”, explica. El objetivo “es tratar de evitar que la gente ponga siquiera un pie en ese río”.

A medida que se acerca la votación en noviembre, crece la presión en Washington para frenar la oleada de recién llegados. Biden ha endurecido su postura en los últimos meses. Trump llegó a la presidencia en parte gracias a su promesa de construir un muro fronterizo, y los inmigrantes han sido durante mucho tiempo uno de los blancos de sus discursos más incendiarios. Ahora, su tercera campaña se centra en el asunto.

“Esto es una invasión de Joe Biden”, dijo Trump el mes pasado en Eagle Pass.

Trump también enfrentó oleadas migratorias durante su presidencia. Hubo casi 1 millón de “encuentros” de migrantes en la frontera suroeste -algunos son capturados más de una vez- en el año fiscal 2019. Eso fue casi el doble que el año anterior. Se ha más que duplicado desde entonces, con 2,5 millones de encuentros en el año fiscal 2023.

En los últimos meses se han alcanzado nuevos hitos. Los encuentros con inmigrantes en EE.UU. alcanzaron un récord en diciembre, superando por primera vez los 300.000, antes de caer a poco más de la mitad en enero. Suelen ser más bajos en los meses de invierno y más altos en otoño, justo alrededor de las elecciones.

Los republicanos han advertido de la facilidad con que pueden entrar malos actores. Se han centrado especialmente en el caso de Laken Riley, una estudiante de enfermería de Georgia que, según la policía, fue asesinada en febrero por un venezolano que entró ilegalmente en el país pero estaba en libertad condicional.

Mochilas de migrantes detenidos por las fuerzas del orden cuelgan de la valla de un rancho cerca de Eagle Pass.

Mochilas de migrantes detenidos por las fuerzas del orden cuelgan de la valla de un rancho cerca de Eagle Pass.

Aunque la mayoría de los estupefacientes entran a través de puertos de entrada oficiales, una frontera porosa también facilita el contrabando de drogas y la trata de personas. Las operaciones fronterizas de Texas han incautado 469 millones de dosis letales de fentanilo, según la oficina del gobernador.

Muchos migrantes son también víctimas de delitos, a menudo extorsionados durante el viaje y obligados a pagar a las bandas para llegar a la frontera.

Olivarez dijo que las fuerzas de seguridad de Texas se centran en las actividades ilegales, aunque es difícil separarlas completamente del problema más amplio de los cruces. Las pandillas se aprovechan de los desvíos provocados por los migrantes para pasar drogas, dinero o armas.

“Cuando se produce una afluencia de personas, se agotan todos los recursos de que disponemos a lo largo de la frontera”, afirma. Así que los cárteles “explotarán más zonas”.

Teniente Christopher Olivarez del Departamento de Seguridad Pública de Texas.

Teniente Christopher Olivarez del Departamento de Seguridad Pública de Texas.

Varios factores explican el aumento en la migración en el mundo, como las repercusiones económicas de la pandemia y la agitación en países como Venezuela y Ecuador. Antes, la mayoría de las personas provenía de México y Centroamérica, pero ahora vienen de todo el mundo. Analistas afirman que las cifras se han disparado por la creencia generalizada de que ahora es bastante fácil cruzar la frontera estadounidense y conseguir papeles para empezar una nueva vida mientras esperan la resolución de sus casos en los tribunales.

Los inmigrantes que se entregan a la Patrulla Fronteriza son en su mayoría solicitantes de asilo, y parte del reto consiste en evaluar quién cumple los criterios, unos criterios que Biden quiere que sean más estrictos. Clasificar las solicitudes es a menudo una cuestión de tonos grises de desesperación.

Ángel Feliz, de 41 años, dijo que salió de la República Dominicana a mediados de febrero con su esposa y su hijo de 5 años. Tras llegar a México, cruzaron el río Grande el 9 de marzo y se entregaron a las autoridades estadounidenses en Eagle Pass. Dijo que había concertado una cita para solicitar asilo y que esperaba reunirse con familiares en Florida tras una breve estancia en Mission: Border Hope.

“Ya voy avanzando en edad y no quisiera que mi hijo pase lo que yo pasé allá, que tenía que trabajar muy duro y por poca plata”, dijo el ex valet parking y conserje en una clínica. “Pensamos que podemos hallar un mejor futuro aquí, y más para el niño”.

Al comenzar su presidencia, Biden propuso un proyecto de ley de inmigración que habría creado una vía a la ciudadanía para los adultos jóvenes que fueron traídos ilegalmente a EE.UU. cuando eran niños. Para atraer el apoyo de los demócratas, también alentaría la inmigración legal. Para los republicanos, imponía restricciones fronterizas. Pero al igual que todas las iniciativas anteriores, no llegó a ninguna parte.

Al presidente también perdió herramientas para reducir los cruces fronterizos. En mayo pasado expiró el Título 42, un decreto sanitario relacionado con las pandemias que tanto él como Trump utilizaron para expulsar a las personas que entraban ilegalmente.

La crisis provocó frenéticas conversaciones en el Congreso a finales de 2023, que finalmente desembocaron en un acuerdo bipartidista en el Senado. Fue un gran avance tras años de intentos fallidos. Incluía miles de millones en nuevos fondos para la aplicación de la ley y el poder de cerrar la frontera cuando los cruces superasen un determinado umbral.

Pero el proyecto de ley se derrumbó rápidamente bajo la presión de Trump, quien dijo que no quería dar a Biden una victoria en un año electoral. Biden intenta ahora hacer campaña con la idea de que tenía un plan para apuntalar la frontera, pero que fue frustrado por los republicanos.

“Podemos pelearnos por arreglar la frontera, o podemos arreglarla”, dijo en su discurso del Estado de la Unión. “Envíenme ya el proyecto de ley sobre la frontera”.

Cruces de madera para un monumento conmemorativo realizado por la Primera Iglesia Metodista Unida en Eagle Pass, representan cada vida migrante perdida al cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en 2023. Las cruces marcadas con azul y rosa representan a los niños migrantes que han muerto.

Cruces de madera para un monumento conmemorativo realizado por la Primera Iglesia Metodista Unida en Eagle Pass, representan cada vida migrante perdida al cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en 2023. Las cruces marcadas con azul y rosa representan a los niños migrantes que han muerto.

Esa táctica pareció ser eficaz para Tom Suozzi, quien ganó unas elecciones especiales para un escaño en la Cámara de Representantes de EE.UU. en los suburbios de Nueva York el mes pasado, al culpar a los republicanos de “juego político”.

Pero los defensores de la inmigración han advertido de que la repentina disposición de Biden a promulgar medidas fronterizas más duras -aunque concebidas para hacer frente a una debilidad política- también podría costarle votos.

Cruz, la concejala de Eagle Pass, afirma que la ciudad necesita ayuda sostenida, no grandilocuencia política. Está harta de que los políticos que vienen a Eagle Pass a dar discursos, pero sin ayudar realmente. Se dice harta de que los políticos nacionales vengan a Eagle Pass a dar discursos, pero sin ayudar realmente.

“Vienen, se hacen una foto y se van”, afirma. “Es una crisis humanitaria; quiero decir, no hay otra forma de explicarlo”. Tiene la esperanza de que la crisis acabe conduciendo a una revisión de las leyes de inmigración estadounidenses que ponga las cosas bajo control. “Sinceramente y de verdad creo que es una puerta abierta para cambiar cosas que no se han cambiado en años”, dijo.

Nevárez, el propietario del rancho que permitió a las autoridades de Texas instalar alambre de púas en su propiedad, conoce bien la política. El ex legislador estatal, quien no buscó la reelección en la Cámara después de que fue sorprendido dejando un sobre con cocaína en el aeropuerto de Austin en 2019, dice que está consternado por las tácticas republicanas de línea dura y desilusionado por la incapacidad de su partido para ofrecer una alternativa.

El 19 de marzo, tropas de la Guardia Nacional regresaron a su rancho y, a petición suya, cortaron la alambrada.

Este reportaje Big Take fue traducido por Eduardo Thomson.

More On Bloomberg

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar también

¿Quieres hablar con nosotros en cabina?

Nuestros Horarios en el Estudio:

9am a 11am | 12m a 1pm | 4 a 5 pm | 5 a 6pm

horario del pacifico