El proyecto de arte ambiental y sostenibilidad ‘Huerta Sandía Amarilla’ busca el respaldo ciudadano en la jornada de votaciones del Presupuesto Participativo, que se realizará este sábado y domingo.
Por Jonathan Álvarez / YoCiudadano
Ciudad Juárez, Chihuahua.— La Huerta Sandía Amarilla, un proyecto comunitario autogestivo enfocado en la educación ambiental y el arte, busca este fin de semana el respaldo ciudadano en las votaciones del Presupuesto Participativo 2025.
Registrado con el folio 784, el proyecto promueve el derecho de las infancias a una educación ambiental y al disfrute de espacios verdes y seguros en la colonia Fovissste Chamizal.
Ayerim Quiroz, promotora del proyecto, explicó que la iniciativa contempla la creación de huertas comunitarias en el barrio, talleres ambientales y artísticos, así como murales colectivos. Todo esto con el objetivo de fortalecer el acceso de niñas y niños a la educación ambiental y al derecho a la ciudad.
Quiroz, promotora de artes escénicas, compartió que el proyecto comenzó en casa, sembrando semillas junto a sus hijas. Con el tiempo, la idea se trasladó a la Escuela Primaria Vicente Guerrero, donde, en colaboración con la asociación civil Empoderamiento Hacia la Paz, logró consolidar la iniciativa, que ha perdurado durante los últimos tres años.
Madres y padres de las niñas y niños que asisten a la escuela se fueron sumando poco a poco para dar forma a la huerta comunitaria que cada agosto da frutos como sandía, pepino, tomates y alfalfa, ingredientes con los que se preparan alimentos y refrigerios saludables.
Actualmente, las niñas y niños dedican parte de su jornada escolar a la huerta, como si se tratara de una asignatura más.

“Todo lo que hemos logrado ha sido autogestivo, desde los materiales hasta la mano de obra. Empezó en la primaria y se extendió a la colonia”, relató Quiroz.
El nombre ‘Huerta Sandía Amarilla’ fue elegido por los propios niños y niñas, quienes esperaban con emoción cada cosecha para descubrir si la sandía sería roja o amarilla, esta última una variedad poco común del fruto.
“El proyecto no se limita a la huerta sino que también hacemos talleres artísticos y ambientales para fomentar la educación ambiental. También hacemos rodadas y murales”, agregó Ayerim.
Además, las infancias aprenden a hacer composta con residuos orgánicos que traen desde sus hogares, mientras que con los materiales inorgánicos elaboran ecoblocks y participan en la creación de murales.
Con la propuesta inscrita en el Presupuesto Participativo se busca fortalecer este proyecto de arte ambiental y sostenibilidad en la colonia, con actividades abiertas a toda la comunidad.
“El objetivo soñado es realizar este proyecto con el resto de la ciudadanía y que pueda ver que las ciudades vivas son posibles”, concluyó.
