El doble grado en Física y Matemáticas de la UAB continúa imbatible como la carrera con la nota más alta -un 13,370, dos décimas más que el año pasado-, y será así durante largo tiempo; ya hace 15 años que copa la lista, básicamente porque solo oferta 20 plazas, y ello dispara la nota de acceso. Otra cosa es si se miran las carreras con más de 40 plazas, que son la gran mayoría, aquí sí que se ha producido movimiento. Medicina (12,850), que copaba el primer puesto tradicionalmente, ha sido desbancada por el programa especial de la UPC que ofrece conjuntamente el grado de Ingeniería Aeroespacial y máster en Aeronáutica (12,936).
El Departamento de Universidades ha hecho pública este viernes la lista con las notas de corte, así como los primeros datos sobre el proceso de inscripción universitaria. Del total de 62.238 alumnos inscritos, se les ha asignado plaza a 48.157 (el 77%), lo que representa un retroceso de tres puntos respecto al año pasado. También baja el número de estudiantes que han logrado entrar en la primera opción: un 58%, cuando el año pasado fue un 62%. Los grados más demandados continúan siendo Medicina (tanto en la UB como en la UAB), seguido de Odontología, Administración y Dirección de Empresas y Psicología.
Este descenso se explica por la bajada de las notas de la Selectividad de este año, que se estrenaba con nuevo formato, en el que se eliminaba la elección entre varios modelos de exámenes y pasaba a ser menos memorística y más reflexiva. Las calificaciones de las PAU cayeron a 6,440, la nota más baja desde 2017 y tres décimas menos que el año pasado. También bajó el porcentaje de aprobados hasta el 95,8%, cuando en los últimos años estaba por encima del 97%. Si a esta caída de las notas se le suma un mayor número de candidatos, es lógico que la competencia aumente y sea más difícil acceder a la carrera deseada.
Este año, las universidades todavía viven del aumento demográfico de los últimos años (se espera que en pocos años les llegue el efecto del descenso de natalidad), de modo que se continúan batiendo récord de inscritos -es la primera vez que se supera la barrera de los 60.000- y aumenta también los que cambian de carrera o los que acceden por la vía de mayores de 25 y 45 años.
Sobre el perfil de los alumnos que en septiembre empezarán sus estudios en la universidad, destaca con fuerza la presencia de mujeres, que suponen casi el 60%. Y una vez superada la pandemia, vuelven a aumentar los alumnos que provienen de fuera de Cataluña, que ya suponen uno de cada cinco alumnos (9.667 estudiantes), de los cuales 5.714 son de otras comunidades, mientras que 3.953 son de nacionalidad extranjera.
Sobre los colectivos especiales que cuentan con una reserva de plazas, destaca un aumento generalizado de los alumnos con alguna discapacidad, los deportistas de élite, miembros del pueblo gitano y, de forma específica, los jóvenes extutelados. Este año entrarán en la universidad 55 personas de este colectivo, cuando el año pasado lo hicieron 37.
Más de 5.000 alumnos aumentan nota tras la revisión
Este año se han presentado un total de 19.291 peticiones de revisiones de examen, de las cuales la mitad han supuesto una modificación de la nota del alumno. En concreto, 5.264 estudiantes han visto aumentada su calificación, mientras que en 3.715 casos se ha bajado.
Se hace difícil de comparar la cifra de este año con la del curso pasado, ya que el Departamento de Universidades ha cambiado el proceso de revisión. Ahora hay un solo procedimiento, pero hasta el año pasado los estudiantes podían elegir entre la revisión del examen o una nueva corrección, pero no los dos a la vez. En el primer caso, se pedía revisar la suma de las notas o se alertaba de que un ejercicio no se había corregido; en este caso, el alumno solo podía mejorar su resultado, no empeorarlo. En el segundo caso, se solicitaba que una nueva corrección de todo el examen por parte de una persona diferente, con el riesgo que aquí sí podía bajar la nota final.
