Alberto Arego ~ domingo 22 de octubre de 2023
“Fui víctima, al igual que mi compañera universitaria, intenté confeccionar un escrito (no soy periodista) pero bueno esto es lo que se ha publicado”, me dijo este sábado una cubana desde La Habana por Messenger.
La joven universitaria denuncia que fue “golpeada brutalmente”.
“En el día 19 de octubre del presente año (2023), la joven se encontraba en la última parada de la gacela ruta 22 en La Ceguera para dirigirse a su casa luego de su jornada estudiantil”.
“Bajo fuertes lluvias y tres horas de espera llega la gacela que ella era la segunda en la fila. Como ya sabemos que en ese momento siempre intentan colarse personas, ella logra entrar para guardar su asiento y el de su compañera, cuando un hombre que no siquiera había marcado en la cola comienza a golpearla para quitarle el asiento y la empuja causándole una dislocación en el hombro”.
“Acto seguido ella comienza a gritarle cosas para que la deje en paz porque nadie dentro de la gacela, ni siquiera el chófer, hicieron nada ante estos hechos”.
“Este hombre arremete nuevamente contra ella lanzándola casi contra la ventanilla a base de piñazo. Y la esposa de este apoyaba la situación con gritos, aún sin que nadie hiciese nada”.
“Cuando su compañera logra subir, se sientan entre los dos para intentar aplacar la situación ya que este se sentó tranquilamente y continuó si viaje con destino al Naval. La joven de 18 años, estudiante de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, tiene golpes en las costillas, rostro y una dislocación de hombro”.
“Entonces, así estamos viviendo. Nadie hace nada por defender a jóvenes mujeres que contribuyen a la sociedad, que estudian, que trabajan, que no estaban buscando problemas y solo querían regresar a su casa, como alegaban en sus conversaciones mientras esperaban la gacela. Si reconoce al sujeto hágalo saber”.
“Tenemos fotos de absolutamente todo, y del propio sujeto que yo logré tomarle escondida, pero es que el miedo era demasiado. En aquella situación no sabíamos si podía tomar represalias contra mí o contra ella, ya que nadie dentro de la gacela ni el propio chófer hicieron nada”, reiteró.
Según comentó, solo miraron. “Todo esto fue en la misma primera parada. Solo queremos encontrar a ese hombre, tenemos miedo salir a la calle y volver a la universidad a estudiar una carrera que apenas comenzamos y que nos ha gustado bastante, y sabemos que es posible que esto quede archivado por eso lo he contactado. Gracias de antemano”, concluyó.