Hay historias que marcan vidas. Historias como la de Rita Piçarra, una exdirectora financiera de Microsoft en Portugal. Esta mujer marcó un cambio; es un ejemplo inspirador de cómo una planificación financiera puede permitir algo tan irreal hoy en día, como jubilarse a los 44 años. Rita trabajó durante 20 años y logró jubilarse a los 44 años, mucho antes de la edad tradicional de jubilación. Su secreto: un enfoque infalible de ahorro e inversión que cualquier persona puede aplicar si sigue ciertos principios financieros. Eso sí, siguiéndolos a “rajatabla”.
El camino hacia la independencia financiera
Desde muy joven, tenía clara la importancia de la educación financiera. Tras iniciar su carrera en Deloitte, luego dio el salto a Microsoft, donde desempeñó funciones en diferentes ciudades del mundo. Durante estos años, se centró en ahorrar agresivamente y en aprender sobre inversiones en activos financieros e inmobiliarios. A los 44 años, decidió jubilarse, no dependiendo de una pensión estatal, sino de los rendimientos de sus propias inversiones.
El poder del ahorro y la inversión
Rita siempre entendió que ahorrar no era suficiente si el dinero no se invertía. Durante sus años que vivió en Estados Unidos, aprendió sobre la importancia de la inversión en la bolsa y en activos que generaran una mayor rentabilidad. Según sus propias palabras: «El ahorro en depósitos a plazo fijo no es suficiente para ganarle a la inflación«, solía decir. En su lugar, invirtió en empresas que conocía, como Microsoft, y diversificó en otras áreas tras realizar una investigación exhaustiva. Este método le permitió generar ingresos pasivos suficientes para mantener su estilo de vida sin necesidad de trabajar. El sueño para muchos.
El punto de inflexión que marcó el cambio
La muerte de su padre con solo 54 años fue un punto de inflexión en su vida. Esto la llevó a reflexionar sobre la importancia del tiempo y la vida, y a replantearse cuáles eran sus verdaderas prioridades. Desde ese momento, su enfoque no solo fue ahorrar e invertir, sino también planificar su jubilación con la idea de no esperar hasta los 65 años para disfrutar de su tiempo. Lo que ella quería era comprar el tiempo que vendió de alguna manera, cuando empezó a trabajar con 22.
Su método de ahorro: disciplina y enfoque
Rita aplicó una estrategia de ahorro disciplinada a lo largo de los años. Cada vez que recibía un aumento o una bonificación, en lugar de gastar más, mantenía su nivel de vida y aumentaba sus ahorros. Además, en lugar de guardar sus ahorros en cuentas que no generaban suficiente rentabilidad, los invertía en activos financieros e inmobiliarios.
El ahorro y la inversión fueron sus aliados, y gracias a esa planificación financiera cuidadosa, logró generar suficientes ingresos pasivos para retirarse antes de tiempo. A los 44 años, decidió comprar su boleto a una nueva vida. Una vida donde el trabajo ya no era su prioridad.
La vida después de la jubilación a los 44 años
Hoy en día, Rita disfruta de una vida activa en las playas de Portugal, donde practica surf y skate. Aunque se considera “jubilada”, sigue involucrada en la educación financiera a través de su libro: A Vida Não Pode Esperar, donde comparte sus estrategias para alcanzar la independencia financiera. Y hay más, ha creado una empresa para gestionar sus inversiones y sigue siendo una figura relevante en el mundo financiero. Aunque eso sí, sin jefes ni nóminas.
Si ella pudo… Cualquiera puede. El éxito de Rita se basó en una combinación de ahorro, inversiones inteligentes y una planificación anticipada que le permitió jubilarse cuando, por lo general, el resto de los mortales a esa edad ven ese momento lejano en el tiempo.