Alexandra Aranda considera que su primer año de estudios en Texas A&M University fue un éxito pero un segundo año en la universidad está en riesgo con el nuevo y confuso formulario de asistencia federal FAFSA.
Lea aquí: Nuevo formulario FAFSA: cambia la forma para solicitar ayuda financiera para estudiar
La joven residente de Mesquite sueña con trabajar en la división de tráfico humano del FBI.
Descubrió su pasión por ayudar a las víctimas después de acompañar a detectives del Departamento de Policía de Mesquite cuando estaba en la preparatoria.
De 19 años, Aranda encontró una mentoría a través de un orientador de A&M que la conectó con exagentes del FBI.
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Le pagaron un viaje a Washington, D.C., donde visitó la sede del FBI y aprendió sobre otras carreras que puede hacer en el gobierno federal.
Pero ahora que está a punto de empezar su segundo año de universidad, ve su futuro incierto.
La posibilidad de seguir sus estudios depende de un solo documento: el formulario FAFSA, la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para los Estudiantes.
Aranda es solo una de millones de estudiantes que están preocupados de poder asistir a la universidad este otoño, ya que no saben qué tanta ayuda financiera van a recibir, si es que reciben alguna.
Retrasos y problemas técnicos este año con FAFSA renovada han vuelto el proceso aun más confuso y estresante para las familias.
El formulario determina cuáles subvenciones, préstamos y oportunidades de trabajo-estudio pueden recibir los estudiantes universitarios.
“A veces me siento muy triste porque, si no puedo hacer eso… me he esforzado mucho para llegar hasta aquí, ¿y luego tener que regresar?… No podemos pagar” sin ayuda económica, dijo.
En lo que va de este año, menos de 5 millones de estudiantes han presentado su FAFSA. Para estas fechas del año pasado, unos 18.5 millones ya lo habían hecho, dicen los expertos.
Los estudiantes están batallando para determinar cuánto dinero hay a disposición para ellos y temen no recibir una respuesta pronto.
El sitio web remodelado ha estado rechanzando a los estudiantes y con frecuencia está en mantenimiento.
El 27 de febrero, el Departamento de Educación anunció que las universidades estarían recibiendo la información de los estudiantes durante la primera mitad de marzo; pero, hasta ahora, tal cosa no ha sucedido.
Debido a esas demoras, las universidades están alargando sus propios plazos para recibir la información de los estudiantes a fin de poder decidir qué ayuda financiera les dará.
Muchas, como A&M, lo han aplazado hasta el 15 de abril. Otras, como la Universidad de Texas en Dallas, han extendido sus plazos hasta el 1 de mayo.
Después de esas fechas, los estudiantes todavía podrán llenar sus formularios FAFSA, pero tienen menos probabilidades de recibir ayuda.
Eso ha hecho que muchos estudiantes sientan que no se pueden comprometer con una universidad sin saber si recibirán suficiente ayuda financiera, dice Travis Hill, director de preparación para la universidad y carreras vocacionales de Dallas County Promise, una iniciativa que ofrece pago de colegiatura asociándose con universidades locales para cubrir lo que la ayuda federal no cubra.
“Estamos oyendo que hay miedo porque no saben qué van a hacer; estamos oyendo que sienten frustración porque se suponía que iba a ser mejor, un proceso optimizado y más fácil”, agregó Hill.
“Hay confusión por el cambio de fechas. Debido a esa confusión, varios estudiantes nos han dicho que están descartando la idea de que podrán hacer algo después de la preparatoria”.
Algunos estudiantes, como Aranda, enfrentan otros obstáculos si sus padres son indocumentados.
Este año, la FAFSA inicialmente estuvo pidiendo un número de Seguro Social de tutores, de lo contrario la solicitud no podía ser concluida.
Recientemente funcionarios federales dijeron que el problema técnico relacionado con ese detalle había sido solucionado.
Sin embargo, persisten otros obstáculos.
Algunos estudiantes batallaron inicialmente, hasta que se anunciaron otras formas de verificar la identidad de los padres.
Pero el cambio de instrucciones es confuso para muchos, pues gran parte del proceso depende de la situación de su familia y de si ya han presentado solicitudes.
Aranda dice que ella ha llamado a la línea de ayuda de FAFSA más de 20 veces, sin éxito.
Ahora está pensando en presentar la FAFSA en papel, porque casi la totalidad de su colegiatura la cubre con ayuda financiera o becas.
Si el gobierno no la procesa y envía su información a A&M antes del plazo fijado por la escuela, tal vez tenga que abandonar sus estudios.
“La vamos a enviar en papel y esperar que la procesen a tiempo”, dijo. “Es nuestra única opción, porque es nuestro último recurso para entregarla”.
La solicitud de ayuda financiera no había sido actualizada desde la administración del presidente Ronald Reagan.
Contenía más de 100 preguntas sobre las finanzas de los estudiantes y sus padres.
El gobierno federal prometió que este año saldría un nuevo y mejor formulario FAFSA.
El nuevo formulario podía ser llenado en tan solo 18 preguntas, dijeron funcionarios del Departamento de Educación cuando inició el lanzamiento.
“Better FAFSA está simplificada, rediseñada y optimizada. Es más rápida y fácil de llenar, pues la mayoría de los estudiantes y familias la podrán llenar en menos de 15 minutos”, se jactaba el departamento en su sitio web.
De esos estudiantes, más de 51,000 estarían en Texas.
Pero los expertos dicen que, hasta ahora, la nueva FAFSA está haciendo exactamente lo contrario y que está desanimando a algunos estudiantes de hacer la solicitud e ir a la universidad.
El secretario de Educación Miguel Cardona dijo en febrero que “las mejoras técnicas que estamos haciendo hoy no afectarán nuestras fechas de implementación y, aunado a otras medidas de implementación, Better FAFSA resultará en que más estudiantes puedan acceder a más becas Pell en el año de entrega 2024–2025″.
Superar los obstáculos
Los orientadores de las universidades, organizaciones sin fines de lucro y otros están tratando de mantener informados a los estudiantes ante los constantes cambios y los exhortan a ser persistentes y llenar el formulario a pesar de los problemas.
Las solicitudes para ScholarShot han caído un 35% comparado con el año pasado, dijo Dan Hooper, director ejecutivo.
Esta iniciativa de Dallas facilita becas y mentores a estudiantes universitarios de primera generación.
Hooper sospecha que la caída es resultado de los retrasos y la frustración con FAFSA.
“Los muchachos que más lo necesitan —los de primera generación, de bajos ingresos— van a ser los más afectados, desgraciadamente”, lamentó Hooper.
El proceso de reforma empezó en 2020, cuando el Congreso encargó al Departamento de Educación simplificar FAFSA y aumentar el número de estudiantes con derecho a la ayuda financiera.
El plazo para el departamento para lanzar la nueva plataforma era el 1 de enero, que es por lo menos dos meses después de la fecha de inicio original de FAFSA de años anteriores.
El 30 de diciembre, el departamento hizo un lanzamiento preliminar, pero pronto le siguieron retrasos, fallas y demás problemas.
Uno de ellos era la imposibilidad de editar las solicitudes después de entregadas.
Otro requisito que complicó las cosas fue que los tutores de los estudiantes debían entregar su parte de la solicitud desde otra cuenta.
Ya que los colegios y universidades no han recibido la información de los estudiantes, tienen que esperar para entregar la ayuda financiera, lo que a su vez obliga a demorar la toma de decisiones.
Muchos estudiantes no se pueden comptometer con una universidad hasta saber qué tanta ayuda financiera van a recibir, dijo Christina Etri, directora de mejoramiento institucional de ScholarShot.
“Estamos hablando de estudiantes que van a demorar ir a la universidad porque no saben qué paquetes de ayuda financiera van a recibir y tal vez no puedan pagar”, dijo Etri.
Emeriek Moreno espera que ese no sea su caso.
Estudiante senior de San Antonio, Moreno fue aceptado en la Universidad de Texas en Austin a través de un plan de doble inscripción con un colegio comunitario.
Moreno quiere estudiar ciencias políticas para después estudiar derecho y hacer carrera como fiscal.
“Si no recibo ayuda financiera de UT o del gobierno, lo más probable es que no pueda ir a UT, porque mis abuelos, entre los dos, ganan menos de $58,000 al año”, dijo Moreno.
Los estudiantes más afectados por los cambios en FAFSA son los que son estudiantes estadounidenses pero cuyos padres o tutores son inmigrantes indocumentados.
En años anteriores el sistema permitía a los estudiantes presentar el formulario sin un número de Seguro Social.
Antes de que se permitiera omitir tal información, una de las maneras de hacerlo era entregar la solicitud incompleta y actualizar los datos de sus padres después.
Saber qué hacer y a dónde enviar esa información no era fácil para muchos, como Brizeida López, residente de Richardson y estudiante sophomore de la Universidad del Norte de Texas.
“Durante todo enero, mi madre se la pasaba llamando”, dijo López. “Y estaba en el teléfono esperando más de dos horas”.
Por fin la familia de López logró hablar con un representante de FAFSA que le dio una dirección de email donde debía entregar información para verificar la identidad de su madre.
El mensaje de email se regresaba, así que volvía a llamar por teléfono.
“Eso fue a finales de enero y principios de febrero”, dijo López.
La familia no volvió a tener noticia hasta marzo.
Por fin, la estudiante de 19 años logró que se verificara la identidad de su madre.
Pero, debido a que ya había presentado su solicitud, su madre no puede presentar su parte de información hasta que la información de su hija sea procesada.
“Ya me estaba poniendo nerviosa; me preocupaba que tardaran eternidades para verificar su identidad”, dijo López.
“Entonces dije, que reciban por lo menos lo que yo ya entregué”.
Y así están esperando, checando todos los días a ver si reciben alguna noticia.
López nació y creció en Richardson y es la primera de la familia que va a la universidad.
En UNT está haciendo una especialidad en analítica de negocios y quiere trabajar en la industria de la tecnología.
Trata de no pensar en lo que pudiera salir mal, pero todo este proceso ha sido estresante con tantas preocupaciones e incertidumbre.
“Esto ha afectado a toda mi familia, no solo a mí misma”, dijo.
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