La Corte Suprema refrendó este miércoles el bloqueo cautelar de la nueva ley migratoria de Florida, que busca imponer sanciones criminales a los indocumentados que entren a ese estado.
El alto tribunal, de mayoría conservadora, rechazó una apelación de emergencia del estado gobernado por el republicano Ron DeSantis, validando así la paralización temporal dictada por una corte inferior, que opina que la ley puede ser inconstitucional.
La ley no podrá aplicarse así hasta que haya una decisión judicial definitiva al respecto o la Corte Suprema revise su dictamen. La orden del alto tribunal no argumentó su decisión y ningún juez señaló una disidencia.
El fiscal general de Florida, James Uthmeier, había defendido ante la Corte Suprema que la ley, aprobada en línea con las políticas migratorias del presidente, Donald Trump, era necesaria para proteger a los floridianos del “diluvio de inmigración ilegal”.
DeSantis promulgó la ley en febrero y organizaciones en defensa de los inmigrantes presentaron entonces demandas en su contra en nombre dos indocumentados que no aparecen identificados, argumentando que la inmigración es una competencia federal más allá del alcance legislativo de los estados.
La jueza de distrito Kathleen Williams bloqueó la aplicación de la nueva ley en abril. La Fiscalía estatal solicitó sin éxito a la Corte de Apelaciones del 11º Circuito que anulara la decisión, y después acudió ante la Corte Suprema, que ha rechazado su moción.
Esta ley es similar a otra de Texas que también fue bloqueada cautelarmente por un tribunal federal de apelaciones. Una corte inferior había paralizado en febrero la aplicación de la norma, que otorga a la policía amplios poderes para arrestar a inmigrantes sospechosos de ingresar ilegalmente al país.
