El aceite de oliva tiene muchos beneficios que lo convierten en un producto excelente para la salud. Y ahora aún más.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, tomar aceite de oliva diariamente puede reducir el riesgo de morir a causa de enfermedades como el Alzheimer.
La investigación, que siguió a 90.000 hombres y mujeres durante 30 años, descubrió que las personas que consumían aceite de oliva tenían un tercio menos de riesgo de morir.
Cuánto aceite de oliva hay que tomar para reducir el riesgo de Alzheimer
El estudio afirma que tomar tan solo media cucharada de aceite de oliva diariamente reduce los efectos de esta enfermedad. Sin embargo, no existe una cura definitiva.
El Alzheimer afecta a millones de personas en todo el mundo, causando pérdida de memoria, deterioro cognitivo y cambios en el comportamiento. La búsqueda de estrategias para prevenir o retrasar la aparición de esta enfermedad se ha vuelto aún más crucial.
Así pues, el aceite de oliva ha surgido como una opción prometedora debido a su rico contenido de compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Descubre otros beneficios del aceite de oliva en la salud
Se ha demostrado que el consumo regular de aceite de oliva mejora la función cognitiva y la memoria, lo que puede ayudar a prevenir el deterioro asociado con el Alzheimer.
Diversos estudios han encontrado que incluir este alimento en la dieta puede tener beneficios protectores a largo plazo.
Ciertos compuestos presentes en el aceite de oliva, como el oleocantal, tienen propiedades antiagregantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a prevenir la formación de estas estructuras patológicas en el cerebro.
Además de sus efectos directos sobre la salud cerebral, el aceite de oliva también beneficia la salud cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades como la hipertensión y la aterosclerosis.
Es importante tener en cuenta que, si bien el aceite de oliva crudo puede ser beneficioso para la prevención del Alzheimer, no es una solución milagrosa por sí sola.
Una dieta equilibrada y saludable, rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y grasas saludables, junto con la actividad física regular y la estimulación cognitiva, son componentes clave de un estilo de vida que puede ayudar a proteger el cerebro contra el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.