A menos de dos meses de las elecciones europeas, el candidato de la derecha francesa François-Xavier Bellamy quiere demostrar que es duro con la inmigración.
El viernes, el miembro del Partido Popular Europeo de centro-derecha eligió un lugar simbólico para hacerlo: la ciudad francesa de Menton, cerca de Italia, punto álgido del debate migratorio que ha provocado múltiples roces diplomáticos entre ambos países.
El objetivo de Bellamy: reunirse con la policía de fronteras francesa y reafirmar la oposición de su partido al recién aprobado Pacto de Migración de la UE, una reforma histórica que endurece las normas de inmigración del bloque, consideradas demasiado laxas por los conservadores franceses.
El candidato fue en contra de la petición de su propio grupo parlamentario en Bruselas, coautor del pacto, de votar a favor de la mayoría de la reforma. El pacto pretende acelerar el proceso de asilo y también simplificar el retorno de los inmigrantes irregulares a sus países de origen.
Exigirá a los Estados miembros que compartan la responsabilidad sobre los solicitantes de asilo, ya sea acogiendo a más inmigrantes o aportando fondos adicionales.
En el valle de la Roya, a una hora de Menton, esta activista de la ONG Roya Citoyenne, conocida por acoger a inmigrantes que han cruzado la frontera, ha criticado tanto el nuevo pacto como la postura de Bellamy sobre la inmigración.
Según las autoridades locales francesas, en 2023 se realizaron 44.000 detenciones en este paso fronterizo, y algunos detenidos fueron arrestados varias veces.
Un tema delicado que seguirá en el centro de estas elecciones europeas, ya que los Estados miembros deben ahora refrendar la versión final del Pacto posiblemente en una votación a finales de abril.
