“No se vive un ambiente festivo entre los parisinos”: el panorama actual de París, sede de los primeros Juegos Olímpicos de la era pospandémica

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Pero no todos los franceses —o, mejor dicho, los parisinos— están contentos con que los Juegos Olímpicos se desarrollen en su ciudad. Esto, según diversos analistas, se debería al clima contrariado que se vive tras las últimas elecciones legislativas en el país galo. A ello hay que sumarle la decepción de un sector de la población francesa con el presidente Emmanuel Macron, que se ha evidenciado a través de una serie de protestas los últimos meses contra su gobierno.

Rodrigo Murillo, historiador peruano residente en París, nos aclara el panorama. “Los Juegos Olímpicos siempre han sido utilizados políticamente para realzar la potencia del país que los organiza. En el caso de Francia, no ha sido la excepción”, le dice Murillo a Somos. “Entre los parisinos, no se vive un ambiente festivo. Hay una suerte de hastío y desgaste muy visible respecto de la situación del país. Había muchas expectativas con Macron, pero hoy en día hay mucha frustración en torno a su figura”, complementa.

Por esa razón, miles de habitantes de la ciudad han salido de vacaciones para poner sus pisos o casas en alquiler. Según la agencia AP, el costo de un departamento de dos habitaciones puede llegar a los mil dólares por noche, en Airbnb. “No habrá una crisis de hospedaje. No debería haber gente que llegue y diga: ‘¡Dios mío, no podemos encontrar un lugar donde quedarnos en París!’”, sostuvo Pierre Rabadan, vicealcalde para la planificación olímpica en el ayuntamiento.

Algunos medios deportivos han calificado a estos Juegos Olímpicos como los “más extravagantes” de la historia, y razones no faltan. Uno de los puntos más criticados ha sido la inauguración del evento, que será a cielo abierto en el río Sena, cuando tradicionalmente la ceremonia se realiza en un estadio en el que desfilan todas las delegaciones. Esta vez, cada representación estará en un barco y recorrerá 10 kilómetros hasta llegar a la torre Eiffel, donde se encenderá el pebetero olímpico.

Lo más resaltante, sin duda, son los sitios históricos donde se llevarán a cabo las competencias. Mientras que las maratones llegarán a Versalles, la equitación se realizará en los terrenos del Palacio Real en donde el bando victorioso de la Primera Guerra Mundial se congregó en 1919. La Plaza de la Concordia, sitio en el que Luis XVI y María Antonieta fueron ejecutados, verá el debut olímpico del breakdance. Y el Stade de France, que acogió la final del Mundial de Fútbol en 1998, será el lugar donde se disputarán las pruebas de atletismo.

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A LA CONQUISTA DE PARÍS

En ese contexto, veintiséis atletas peruanos ya se encuentran en la capital francesa para representarnos en diferentes disciplinas. María Luisa Doig, de esgrima, y Juan Miguel Postigos, de judo, fueron elegidos para ser los abanderados nacionales durante la ceremonia de apertura. De acuerdo con los especialistas, hay altas probabilidades de que el Perú alcance el podio olímpico después de 32 años, cuando Juan Giha obtuvo la medalla de plata en Barcelona 92, en la prueba de tiro olímpico.

Hoy nuestra principal carta es la atleta peruana Kimberly García, bicampeona mundial de marcha atlética. En conversación con Somos a fines del año pasado, la marchista huancaína manifestó que tenía la mira puesta en París 2024. “Mi objetivo es conseguir una medalla de oro. Sé que lo puedo hacer. Tengo las condiciones para lograrlo”, nos dijo Kimberly. La otra carta que poseemos es el surfista Lucca Mesinas, bicampeón Panamericano y representante peruano en la World Surf League. “En Tahití [la isla de la Polinesia francesa donde se realizará la competencia de surf] dejaré el alma en el agua”, dijo el tablista mancoreño en entrevista con El Comercio.

No hay que dejar de seguir las competencias de nuestros deportistas en tiro, maratón y vela, pues podrían darnos alguna sorpresa. Desde aquí, a más de 10 mil kilómetros de distancia, todo un país estará alentando a sus héroes deportivos.