Lluïsa Tarrida
21/02/2025 15:43
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) se ha pronunciado sobre el escándalo que ha surgido esta semana en el que se acusa a varios miembros de la Iglesia Samaria de Terrassa de haber cometido abusos sexuales a menores durante décadas. Aunque oficialmente solo se han presentado dos denuncias en los juzgados de Terrassa, el número de víctimas no para de crecer y ya serían más de una quincena.
Los primeros en reaccionar, incluso antes de que los medios se hicieran eco, fue la Iglesia Evangélica Unida de Terrassa. La entidad condenó «rotundamente» los presuntos abusos sexuales dentro de la comunidad Samaria por parte del pastor y de un monitor. “Queremos dejar claro que los hechos ocurridos en esta comunidad no representan a la comunidad protestante de Terrassa”, exponían en el escrito. Y subrayaban que se presentarían como Acción Popular en los procedimientos judiciales abiertos junto a las víctimas.
Este viernes, la federación estatal ha difundido un comunicado firmado por su presidente, Esteban Muñoz de Morales, en el que ofrece detalles esclarecedores sobre las actuaciones que desde la entidad y desde el Consejo Evangélico de Cataluña se han llevado a cabo y ha mostrado la «vergüenza y preocupación» porque «una» iglesia evangélica haya sido responsable de unos «actos tan alejados de la fe y la ética que los cristianos protestantes y evangélicos profesamos».
FEREDE afirma que Samaria «no mantenía ninguna comunicación ni relación con el resto de las iglesias evangélicas de la región», y que en 2022 cuando se tuvo conocimiento de las primeras acusaciones que señalaban a la iglesia se «aplicó inmediatamente el protocolo previsto, retirando cautelarmente la acreditación como Ministro de Culto al pastor implicado, y formalizando la baja de la iglesia como miembro de la Federación.
Comunicado íntegro de la Federación evangélica
En relación con un caso de presuntos abusos sexuales en una iglesia evangélica en Terrassa, desde la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) queremos expresar públicamente, en primer lugar, nuestra solidaridad con las víctimas y lamentar la gravedad del sufrimiento experimentado por estas. En segundo lugar, expresar nuestro apoyo a las actuaciones del Consejo Evangélico de Cataluña (CEC) y las iglesias cercanas que desde el principio han respaldado a los denunciantes ofreciéndoles acompañamiento y ayuda de diferente tipo.
Nuestra posición de “tolerancia cero” respecto a los abusos sexuales es clara y de conocimiento público, como también lo son nuestras medidas y actuaciones para hacer de nuestras iglesias y lugares de culto espacios seguros para las personas vulnerables -mujeres, niñas y niños, principalmente-.
Muestra de esta posición es el anuncio del Consejo Evangélico, que es la representación territorial de FEREDE en Cataluña, de personarse en la causa como acción popular a favor de los denunciantes. Estas acciones legales, como bien explicó ayer nuestro consejero de Asuntos Jurídicos, el letrado Pau Simarro, en una entrevista en TV3 en presencia de dos de las víctimas denunciantes, no podían realizarse hasta que estas formalizaran sus denuncias ante la Justicia, lo cual acaba de suceder.
Queremos destacar que, en 2022, como FEREDE tuvo conocimiento de las primeras acusaciones que señalaban a la Iglesia Evangélica Samaria, se aplicó inmediatamente el protocolo previsto retirando cautelarmente la acreditación como Ministro de Culto al pastor involucrado en los hechos, al mismo tiempo que se procedió a formalizar la baja de la iglesia como miembro de esta Federación. Es importante aclarar, en primer lugar, que la iglesia Evangélica Samaria no mantenía comunicación y relación con el resto de las iglesias evangélicas de la región y, en segundo lugar, que FEREDE no tiene una estructura jerárquica con competencias para intervenir en los asuntos internos de las iglesias y entidades miembro, que son jurídicamente independientes, por lo cual las actuaciones descritas en el párrafo anterior son todas las que se podían tomar, y se tomaron.
Lo que sí podemos hacer es ofrecer apoyo a las víctimas. Y en el caso que nos ocupa, tenemos constancia de que pastores e iglesias cercanas han acompañado y ofrecido apoyo y acompañamiento espiritual a algunas de las personas afectadas.
Por otro lado, todas estas medidas y actuaciones no han sido improvisadas, sino que están previstas en nuestro Plan de cumplimiento normativo y Prevención de delitos de FEREDE aprobado por la Comisión Plenaria en 2019, que fue ampliado en nuestra 67ª Asamblea anual 2024 con un apartado específico para la prevención de “Agresiones sexuales y acoso sexual”.
En lo esencial este plan contiene medidas preventivas para evitar cuando sea posible la comisión de abusos sexuales en las iglesias y también un protocolo de actuación para cuando, por desgracia, no logren evitarse, que pasa por: 1) escucha, protección y acompañamiento a la víctima; 2) recomendación y acompañamiento a la víctima para denunciar los hechos ante las autoridades policiales; y 3) seguimiento psicoemocional y espiritual a la víctima.
El incumplimiento de estas medidas puede conllevar la apertura de un expediente sancionador y medidas que van desde la suspensión cautelar de acreditaciones a ministros de culto, hasta la pérdida de la filiación de la iglesia.
Finalmente, si bien esta situación es excepcional y en absoluto es propia ni representativa del testimonio y las prácticas de las casi 3.500 iglesias que integran nuestra Federación, no por ello deja de preocuparnos y avergonzarnos el que “una” iglesia evangélica haya podido ser escenario de actos tan alejados de la fe y la ética que los cristianos protestantes y evangélicos profesamos.