Como bien apuntaba Edmunds en su primera reseña al Cybertruck de Tesla, “llamarlo controversial sería quedarse corto”. El vehículo más esperado de 2024 ya aterrizó en el mercado de segunda mano y quien desee convertirse en propietario no tendrá que esperar entre uno y dos años por la entrega. Ahora, la gran pregunta es si alguien está dispuesto a pagar hasta US$ 140.000 por encima de su precio real.
Los precios de los Cybertrucks usados que se muestran en sitios como CarGurus y Kelley Blue Book comienzan en alrededor de US$ 149.000 y abarcan toda la gama hasta aproximadamente US$ 240.000. Son sumas ridículamente altas si se tiene en cuenta que la más cara de las tres versiones, el Cyberbeast, se vende en el sitio oficial de Tesla por US$ 99.990 (más US$ 250 por la reserva anticipada).
Un reporte del experto en vehículos eléctricos Brooke Crothers en Forbes notó que los Cybertrucks “se están revendiendo rápidamente” en el mercado de automóviles usados, algunos con solo unos pocos cientos de millas. Todos están enlistados como Cybertruck 2024, lo que significa que sus propietarios estarían incumpliendo con la prohibición de reventa de Tesla.
En su sección de términos y condiciones, el contrato de compra dice que Tesla exigirá una indemnización de US$ 50.000 por daños y perjuicios a los propietarios del Cybertruck que revendan o intenten revender “sin permiso” dentro del primer año posterior a la fecha de entrega. Tesla también amenazó con negarse a venderles cualquier vehículo en el futuro.
A pesar de las advertencias del fabricante, incluso los concesionarios están revendiendo el Cybertruck. Crothers confirmó que al menos dos concesionarios en Los Ángeles (uno de Toyota y otro de Hyundai) tienen en venta al Cybertruck y dicen no conocer “de nada que les prohíba revender el automóvil (ni de ningún problema que impida al vendedor revenderles el automóvil)”. Ambos ya tienen disponibles los autos.
Razones de sobra para deshacerse del Cybertruck
Pero, ¿quién culparía a los propietarios? Una larga lista de quejas sobre el funcionamiento del Cybertruck, que van desde carrocerías oxidadas y fallos en la dirección, hasta paneles desalineados y un kilometraje pobre, han acaparado titulares en las últimas semanas.
Los vehículos se entregaron por primera vez en diciembre. Apenas dos meses después, los compradores comenzaron a publicar en foros de Internet y redes sociales fotos de la carrocería con manchas de óxido y corrosión por exposición a la lluvia.
Los Cybertrucks son de acero inoxidable, conocido por su extrema resistencia a la corrosión y durabilidad generales, pero rara vez se utiliza como material exterior de vehículos porque es difícil de moldear. Por US$ 6.000, Tesla ofrece envolver las camionetas en una película de pintura blanca o negra, que según la compañía cubre todas las superficies exteriores de acero inoxidable y las protege contra rayones. Otra película de pintura transparente está disponible por US$ 5.000.
Pero las quejas no se detuvieron. La semana pasada, el piloto de jet y youtuber Thomas Remo contó en un video que su Cyberbeast comenzó a fallar “a seis pulgadas del concesionario” y dejó de funcionar en otras 30 ocasiones después del primer día. En su canal de YouTube, explicó que la pantalla central comenzó a parpadear en rojo y a emitir un pitido para alertarlo sobre un problema crítico con la dirección.
El vehículo automáticamente redujo la velocidad, lo que lo obligó a detenerse y regresar al concesionario. “Elon, ¿qué estás haciendo hermano? ¿Cómo es que ya está roto?”, dijo Remo en el video. Su experiencia fue similar a la de Matthew Chirello, un propietario con sede en Arizona, que describió como catastróficas las fallas de dirección y los frenos de su Cybertruck en un post de X (propiedad de Elon Musk) ahora eliminado.
Otro cliente que reside en California escribió en el foro del Cybertruck Owners Club que condujo su vehículo poco más de un kilómetro antes de que tuviera que ser remolcado. En la misma zona, una clienta se quejó en Instagram de que su nuevo Cybertruck estaba “completamente muerto” a solo 4 días de la compra. “¿Qué está pasando, Elon?”, preguntó.
Nazila, que trabaja con una empresa de diseño de interiores en el condado de Orange, explicó a sus seguidores de Instagram que el vehículo estaba cargado casi al 100 por ciento, pero “no respondía a la aplicación ni a la llave física”.
