Bolivia es el tercer país que más devasta sus bosques tropicales en el mundo.
La deforestación en Bolivia, con fines económicos, es la mayor causa de contaminación ambiental. Foto de Archivo: Los Tiempos
Fuente: Brújula Digital
El relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, David Boyd, calificó la situación ambiental en Bolivia como “profundamente preocupante”.
Boyd escribió en su cuenta de X que el Estado debe dejar la persecución de los defensores de los derechos humanos del medioambiente e implementar leyes a favor de este, además de dar un giro a su economía extractivista.
“La situación en Bolivia es profundamente preocupante. El Estado debe dejar de perseguir a los defensores de los derechos humanos ambientales (a menudo indígenas), implementar leyes ambientales y cambiar la economía extractivista. Los derechos humanos dependen de una acción rápida”.
El relator especial se refirió al tema al responder a un mensaje escrito en X por el abogado especialista en derechos humanos Franco Albarracín, quien abrió un hilo de mensajes indicando que con “incendios, extractivismo, contaminación y persecución a defensores ambientales en Bolivia, estamos viviendo una crisis ambiental”.
Albarracín menciona en su mensaje al director interino de Human Rights en Brasil, César Muñoz, quien escribió en X que “continúa el desastre ambiental en Bolivia”, basado en los datos del último estudio de la plataforma Global Forest Watch del World Research Institute (WRI) realizado en colaboración con la Universidad de Maryland.
El informe revela que Bolivia es el tercer país que más devasta sus bosques tropicales en el mundo.
El año pasado la destrucción de estas selvas subió un 27%, hasta 490 mil hectáreas, con lo que alcanzó su mayor nivel por tercer año consecutivo.
El 51 % de las pérdidas en Bolivia está vinculada a los incendios forestales, otra de las consecuencias del calentamiento global. La mayoría es causada por los chaqueos.
Lo preocupante, señala el informe, es que “el gobierno (boliviano) continúa promoviendo negocios de la agroindustria, fijándose ambiciosas metas para la soya, para la exportación de carne, promoviendo la expansión del biodiésel, y el subsidio a la actividad agroindustrial”, refleja una nota de La Nube.
Fotografía de archivo del relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, David Boyd. Foto: Diario UChile.
