Juntos e inseparables, así son Julio Patricio Gómez y su hija Aliya de 6 años de edad.
Y aunque hoy la felicidad les volvió a la vida, en octubre de 2022 cuando la pequeña regreso de la escuela, ya no encontró a su papá. La migra se lo había llevado.
“Desde el principio fue como una pesadilla, fue como si todo mi corazón, mis sentimientos, mi alma se quedara aquí”, contó Gómez.
Los agentes de inmigración los habían separado. De acuerdo a las autoridades, Gómez tenía una orden de detención por no haber asistido a la corte en el año 2009.
“Personas como el señor Gómez, que no se dio cuenta, que no sabía que tenía que asistir a la corte porque nunca recibió ningún aviso, pero esas personas si corren el riesgo de ser detenidos”, explicó Page Austin, abogada de “Se hace camino NY”.
Tras ser esposado, Gómez fue trasladado a un centro de detención en Pensilvania, a más de 100 millas de distancia de su casa en Staten Island.
Incomunicado y temiendo ser deportado para nunca más estar junto a su hija, el ecuatoriano se aferraba a los recuerdos de los momentos juntos pues no tenía ni siquiera una foto de la pequeña.
Luego de pocos días sin embargo, recibió la visita de la niña quien logro introducir a la prisión unas hojas con una dedicatoria especial para su padre.
“Era lo único que tenía de ella, donde ella había dibujado ‘I love daddy de Aliya’, y me dibujo a mí y a ella en un corazón, aquí dice ‘Te amo mucho, daddy'”, agregó Gómez.
Tres meses después, luego de un reportaje realizado por NY1, donde la niña pidió que le devuelvan a su papá y con la ayuda de los abogados de la organización se hace camino NY, Gómez recibió la mejor noticia de su vida.
“Recibo la noticia que voy a salir, y no lo podía creer, uy, una emoción, yo pensé que estaba soñando”, dijo Gómez.
“Sometimos un montón de pruebas, de documentos como parte de peticiones, exigiendo que el saliera. Estamos agradecidos a NY1 que nos ayudaron con el caso”, agregó la abogada Austin.
En una imagen se muestra el momento que salió del centro de detención, afuera ya lo esperaba su pequeña.
“Fueron esos pasos más largos que he dado en mi vida. Hasta que salgo corriendo a donde esta ella y ella se tiró, abrió la puerta y se bajó y yo lo primero que voy a buscarla a ella porque ya bastante tiempo sin poder estar juntos, sin poder abrazarla, si poder escucharla”.