VEA
Hna. Eugenia Russian
Las comunidades de buena voluntad del mundo vinculadas con el cristianismo ecuménico liberador lamentan profundamente la partida física del papa Francisco, un revolucionario que llevó a la Iglesia hacia las periferias del mundo, pidió ayudar a los más pobres, a buscar la justicia social y meterse en la vida y su mensaje principal fue descentralizar, salir a compartir, a confortar y a llamar a conservar la esperanza.
Francisco acogió “el Mensaje a los Pueblos de la Conferencia de Aparecida” que plantea: Anunciar y hacer visible el Reino de Dios, formando comunidades misioneras que valoren la diversidad eclesial en comunión, con promoción de un laicado maduro corresponsable, impulsando la participación de la mujer, optando preferencialmente por los pobres, acompañando a los jóvenes, trabajando con todas las personas de buena voluntad, fortaleciendo la pastoral familiar y de la vida, valorando los pueblos indígenas y afrodescendientes, fomentando el diálogo ecuménico e interreligioso, cuidando la Creación como casa de todos y colaborando en la integración de los pueblos de América Latina y El Caribe.
En sus homilías llamaba a redescubrir nuestra vocación como hijos de Dios y declaraba firmemente que las religiones nunca inciten a la guerra y a los sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, violencia o derramamiento de sangre. Solicitaba que dejen de instrumentalizar las religiones para incitar el fanatismo ciego y usar el nombre de Dios para justificar actos de asesinato, exilio, terrorismo y opresión.
Fundalatin, La Red Ecuménica de Venezuela e Idhes se unen para seguir contribuyendo a la construcción de Otra Iglesia Posible y Necesaria, que refuerce todos los avances que nos dejó el Papa Francisco y que su Pascua sea luz que nos lleve a reencontrarnos con Jesús Resucitado como aporte ético a la construcción de la paz, con verdad, justicia.