Después de anunciar aranceles recíprocos para casi todos los países del mundo (incluyendo, entre ellos, una isla deshabitada), Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha anunciado su última idea: planea poner en marcha un programa para pagar a los inmigrantes indocumentados para que “voluntariamente” salgan del país.
Así lo ha manifestado el 47º presidente de Estados Unidos en una entrevista con Fox News. “Queremos hacer un programa de autodeportación. No he determinado qué vamos a hacer, pero vamos a darles una ayuda económica. Les vamos a dar algo de dinero y un billete de avión y vamos a trabajar con ellos”.
Por el momento, este plan está en sus etapas iniciales, por lo que está por determinar esa cuantía que recibirían. Una salida del país que, según confirma Trump, podría no ser definitiva. “Si son buenos, si queremos que regresen, trabajaremos con ellos para que regresen de manera legal tan rápido como podamos”.
Esta es, hasta ahora, la última idea del presidente estadounidense en su ‘cruzada’ particular. A su llegada a la Casa Blanca, prometió llevar a cabo la mayor deportación de inmigrantes indocumentados en la historia del país, para lo que reforzaría la presencia militar en las zonas fronterizas con México.
Sin acceso a los fondos de seguridad social
Paralelamente, Trump ha firmado este pasado martes un memorando para ‘vetar’ que los inmigrantes indocumentados puedan acceder a los fondos de la seguridad social. El texto, según indica la Casa Blanca en un comunicado, “incluye promulgar directrices y priorizar las acciones de cumplimiento contra los beneficiarios o subbeneficiarios que no verifiquen la elegibilidad, detengan los pagos a beneficiarios fallecidos o no elegibles o impidan de otra manera que extranjeros no elegibles reciban fondos”.
Este documento tiene su origen en la orden ejecutiva firmada el pasado mes de febrero, con la que se pretendía eliminar las prestaciones destinadas a inmigrantes sin papeles y a mejorar los criterios de verificación para optar a estas ayudas. “El presidente Trump cree que los beneficios financiados por los contribuyentes deben brindarse únicamente a las personas elegibles y no deben alentar ni recompensar la inmigración irregular al país”, argumenta la Casa Blanca.
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