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RICARDO FERNÁNDEZ
Actualizado
El Real Madrid volvió a eliminar al Atlético de Madrid de la máxima competición europea en la noche del pasado miércoles. De nuevo, el cuadro de Chamartín venció a los de Simeone desde los 11 metros, tal y como hizo en la final de Milan o en la Supercopa de Arabia Saudí de hace unos años. De las últimas cinco tandas de penaltis, el Real Madrid ha conseguido el triunfo en todas ellas.
Nos tenemos que remontar al año 2012 para ver una ronda de lanzamientos en la que el conjunto blanco quedó apeado. Fue en la vuelta de semifinales de la Champions League ante el Bayern. Muchos madridistas seguramente recuerden todavía esa noche, con Mourinho en el banquillo de Chamartín. Una velada que acabó con los penaltis errados de Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramos y con el técnico portugués desolado y de rodillas.
Remontada en minutos
La eliminatoria llegó al Bernabéu con el 2-1 de la ida. El conjunto bávaro había sido mejor en Alemania y materializó su superioridad en el marcador. El Real Madrid estuvo cerca de sacar un empate, pero Ribery anotó para los alemanes al borde del final. Concha Espina se preparó para una de sus grandes noches y lo hizo desde los prolegómenos, con un histórico recibimiento al autobús.

Cristiano Ronaldo celebrando un gol ante el Bayern.
Cristiano Ronaldo se encargó del resto. El portugués tardó 15 minutos en darle la vuelta a la eliminatoria con dos goles. Pero la alegría duraría poco, ya que Robben pondría el 2-1 antes de la media hora. Con este resultado se llegaría al final del partido, y más tarde de la prórroga. Los penaltis decidieron uno de los finalistas de aquella edición.
Tres fallos inesperados
El Bayern de Munich empezó lanzando el primero, y fue Alaba, por aquel entonces en el cuadro bávaro, quien anotó el penalti inicial de la tanda. El siguiente en tirar era Cristiano, un auténtico seguro desde los once metros. Sin embargo, Neuer detuvo su lanzamiento, dejando paralizado al Bernabéu. Por si fuera poco, la siguiente ronda nos dejó el gol de Mario Gómez y el fallo de Kaká, 2-0 nada más empezar.
Íker Casillas apareció, como todo ‘Santo’, cuando más se le necesitaba. El de Móstoles detuvo los dos siguientes penaltis, pero la mayor tragedia estaba aún por llegar. Sergio Ramos era el cuarto lanzador, si anotaba, la tanda estaba igualada a falta de la última ronda. Su disparo, recogido en los libros de la historia negra del Real Madrid, se fue a las nubes. Y con él, se fueron las opciones de pasar de ronda de los de Mourinho, quien vio abatido y de rodillas como Schweinsteiger mandaba al fondo de la red el último y definitivo lanzamiento.

Jose Mourinho, en la tanda de penaltis ante el Bayern.
Tiempo después, el técnico portugués hablaría de aquella noche como la peor de su carrera. “Si tengo que elegir el peor momento, es esa eliminación con el Madrid. Éramos el mejor equipo de Europa, sin duda, ganamos LaLiga batiendo todos los récords de puntos y goles y habríamos ganado esa final, no tengo dudas. Y lo más cruel para mí es que elegimos para esa tanda a Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramos. Eran una garantía desde el punto de penalti y que fallaran los que nunca fallan me hundió…”, recuerda Mourinho.