Los arrestos por cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos cayeron ligeramente en marzo, informaron las autoridades federales este viernes, en una época del año en la que habitualmente suele repuntar la inmigración irregular pero que ahora parece estar siendo contenida por las acciones más duras de México.
La Patrulla Fronteriza realizó 137,480 detenciones de personas que entraban desde México, un 2.3% menos que los 140,638 arrestos registrados en febrero; la primera vez desde 2017 que los arrestos caen en marzo con respecto al mes anterior. Los cruces suelen aumentar a medida que las temperaturas se vuelven más cálidas.
México detuvo a migrantes 240,000 veces en los dos primeros meses del año, más del triple que en el mismo periodo de 2023, y envió a muchos más al sur del país para disuadirlos de venir a Estados Unidos. Aunque México no ha publicado las cifras de marzo, las autoridades estadounidenses han dicho que la aplicación de la ley mexicana es en gran parte responsable de los recientes descensos.
“Los encuentros en nuestra frontera sur son más bajos en este momento, pero seguimos preparados, gestionando continuamente las operaciones para responder a las siempre cambiantes actividades criminales transnacionales y patrones de migración”, afirmó Troy Miller, comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
La cifra de detenciones de marzo es una de las más bajas de la presidencia de Joe Biden, tras un récord de casi 250,000 en diciembre. Aunque las condiciones cambian rápidamente, el descenso es una buena noticia para la Casa Blanca en un momento en que la inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los votantes en un año electoral. Biden declaró este mes que sigue considerando la posibilidad de adoptar medidas ejecutivas para suspender el asilo en la frontera si los cruces alcanzan un determinado umbral.
Tucson, en Arizona, volvió a ser en marzo el sector más transitado de los nueve que tiene la Patrulla Fronteriza en la frontera con México, una posición que ha mantenido desde el verano, seguido de San Diego y El Paso, en Texas. El valle del río Grande, en Texas, el corredor más transitado por inmigrantes indocumentados durante gran parte de la última década, es el quinto más transitado, lo que indica la rapidez con que están cambiando las rutas.
El recuento de detenciones excluye las vías nuevas y ampliadas para entrar legalmente en el país en virtud de órdenes ejecutivas presidenciales, conocidos como parole (libertad condicional), que permiten a las personas permanecer temporalmente y solicitar permisos de trabajo.
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Las autoridades estadounidenses concedieron la entrada a 44,000 personas en los cruces terrestres con México en marzo a través de un sistema de citas en línea, CBP One. Más de 547,000 personas han sido autorizadas a entrar en el país a través de CBP One desde que comenzó en enero, encabezadas por venezolanos, haitianos y mexicanos.
A más de 400,000 personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela se les ha permitido entrar en Estados Unidos hasta marzo, tras presentar en internet con un patrocinador financiero y llegar a un aeropuerto pagando por su entrada.
