En los últimos años, en el mundo del fútbol surgieron varios casos de ex futbolistas que sufren de enfermedades neurológicas. Distintos estudios e investigaciones revelaron la vinculación de los cabezazos y de los choques de cabezas con esos problemas neurocognitivos. Esa evidencia provocó la activación de un protocolo especial cuando un futbolista se golpea su cabeza en pleno partido. En algunos lugares, como en Inglaterra, los menores de 12 años que están federados en clubes de la liga tienen prohibido los cabezazos por los efectos negativos en la salud mental.
Este tema volvió a adquirir actualidad luego de la entrevista que Raphael Varane concedió al diario L’Equipe. El defensor francés, campeón del mundo en Rusia 2018 y subcampeón en Qatar 2022, confesó que sufrió de ese tipo de trastornos a lo largo de su carrera. “Jugué varios partidos con conmociones cerebrales. He dañado mi cuerpo”, reveló el actual jugador del Manchester United y de pasado en el Real Madrid.
Varane en la tapa del diario L’Equipe.
Cerca de cumplir los 31 años (el próximo 25 de este mes), Varane tomó conciencia de cómo puso en peligro su salud en varias ocasiones. “Dos de los tres peores partidos de mi carrera los he jugado con conmoción cerebral. Uno con Alemania, en los cuartos de final del Mundial 2014 y el otro contra el Manchester City, jugando para el Madrid, en los octavos de final de la Champions 2020″, recordó. Y agregó: “Es la primera vez que hablo del tema. No lo hice antes porque creía que iba a sonar como una excusa. En aquel Mundial tuve un choque en el partido de los octavos ante Nigeria. Si alguien me hubiera hablado en ese momento ni siquiera sé si hubiera podido responder. No recuerdo nada después de ese shock”.
Así quedó Varane luego de un golpe en la cabeza ante Nigeria en el Mundial de Brasil 2014.
Sobre aquel partido ante el City, Varane relató la previa: “Recibí un balón en la cabeza en un córner en un partido con el Getafe y tuve que salir de la cancha. Luego tuvimos unos días libres y recuerdo sentir un cansancio intenso. Cuando reanudé los entrenamientos, aún no me había recuperado del cansancio ligado al shock que había sufrido. Me sentí sin energía preparándome para el partido ante el City pero no era consciente que eso tenía relación con el golpe”. En aquel partido disputado en el Etihad, Varane tuvo responsabilidad en uno de los goles del equipo de Guardiola.
Varane cabecea ante Jesús en el City-Madrid de la Champions 2020.
Sus actuales cuestionamientos
El defensor recuerda cuáles fueron los síntomas que sufrió y cuestionó cómo actuó en aquellos momentos. “Sentí fatiga visual. Mirando hacia atrás, digo: ‘Si hubiera sabido que era una conmoción cerebral, ¿lo habría dicho, incluso si eso significaba no jugar ese partido?’. Ni siquiera sé si había pruebas en esos años. ¿Cómo puedo medir en ese momento mi capacidad para jugar o no?”, expresó.
Para Varane es importante evitar situaciones que pongan en peligro la salud de los futbolistas. “Se podrían limitar los cabezazos en los entrenamientos, donde no son tan necesarios”, aseguró. E incluso contó que “mi hijo de 7 años juega al fútbol y yo le aconsejo que no cabecee la pelota”.
Mirá también
Se prohiben los cabezazos para los Sub 12
Mirá también
Lisandro Martínez volvió a jugar en el empate agónico del United y el Brentford
Mirá también
