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Las elecciones legislativas porteñas que se disputaron ayer tuvieron, más allá del resultado que dio como ganador a Manuel Adorni, un capítulo escandaloso en la previa. Durante la noche del sábado, un spot publicitario creado con Inteligencia Artificial mostraba a Mauricio Macri “diciendo” que la candidata Silvia Lospennato se retiraba de las elecciones legislativas y llamaba a votar por el vocero y candidato mileísta, Manuel Adorni.
El material, con contenido manipulado, fue replicado en cuentas de la red social X (ex Twitter) por perfiles como @gordoedicion, @GordoDan_, @tommyshelby_30, @TalibanMilei y @ElTrumpista, todos vinculados a la militancia digital libertaria.
El impacto llevó a que la alianza Buenos Aires Primero presentara una denuncia formal ante el Tribunal Electoral de la Ciudad de Buenos Aires. Ya en la mañana del domingo y con la elección en marcha, la justicia ordenó la eliminación del video.
Consultados sobre el tema, el ex presidente Macri consideró que lo ocurrido fue “una locura”, mientras que Milei se limitó a comentar que Macri “es un llorón”.
La manipulación de imágenes tiene antecedentes en las industrias del cine y la televisión, pero los extraordinarios avances logrados en el desarrollo de este tipo de programas informáticos la convierten en una potente herramienta de desinformación. Distintas organizaciones que defienden el derecho a la información han expresado su preocupación, señalando que dificultan la capacidad para separar lo que es real de lo que es manipulado.
En la actualidad, las personas tienen acceso a la totalidad del conocimiento humano en la palma de su mano, y las noticias y la información pueden expandirse por todo el mundo en cuestión de segundos. Estos cambios drásticos también han tenido consecuencias negativas como la velocidad a la que se propagan la información errónea, la desinformación e incluso los discursos de odio.
Habrá que estar preparados para este nuevo escenario que comienza a configurarse en un mundo cada vez más interconectado. Y menos democrático.