La migración irregular es una de las nuevas amenazas a la seguridad de los países. En las Américas, se trata de un punto preocupante en muchos países ante su incremento y los desafíos que generan en la población como en múltiples ámbitos del quehacer estatal.
En el último tiempo, distintos países de Américas se ven afectados por este fenómeno ya sea por factores políticos y económicos. Si bien la aviación no siempre tiene un rol activo en estas malas prácticas, existen situaciones en las que el crimen organizado utiliza el transporte aéreo, por ejemplo, para transportar personas.
Durante los últimos años, distintas prácticas involucran directa o indirectamente a la aviación con la migración irregular. En Chile, por ejemplo, algunos operadores son cuestionados en el caso de Haití tal como ocurre con la desaparecida línea aérea Latin American Wings (LAW) o cuando las autoridades chilenas abren investigación contra Aeroregional por embarcar pasajeros sin revisar la documentación.
La migración irregular es una amenaza a la seguridad de los países. Por lo tanto, son los Gobiernos (Estados) los principales responsables de atender este complejo fenómeno. Sin embargo, dado los múltiples frentes necesitan de la colaboración de todos los sectores. En ese sentido, el aporte que pueden realizar las líneas aéreas no es menor.
A través de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), las aerolíneas de las Américas se comprometen a combatir la migración irregular. Para ello, reafirman su compromiso para que el sector sea parte de malas prácticas.
“Reconocemos los desafíos planteada por la migración irregular en todo el mundo, incluso en las Américas y la necesidad de medidas concertadas para abordar esta compleja cuestión”, señalan en una declaración.
En ese sentido, las aerolíneas IATA se comprometen a fortalecer la colaboración con los Gobiernos y organizaciones internacionales. La acción está en línea con los sentimientos expresados en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección del 10 de junio de 2022. El documento lo firman 21 Estados durante la IX Cumbre de las Américas. Además, los miembros IATA tienen una resolución para evitar que las redes sean abusadas por la migración irregular.
En su colaboración, las aerolíneas de IATA enfatizan su aporte en el intercambio de información, el desarrollo de capacidades y las iniciativas de asistencia técnica. Dentro de sus limitaciones legales, las líneas aéreas pueden implementar medidas comerciales para minimizar el riesgo de migración irregular. También pueden tomar medidas con relación de los agentes de viaje.
“La industria continuará cumpliendo estrictamente con todas las regulaciones y requisitos implementados que contribuyan a mitigar y controlar la migración irregular”, añaden.
Llamado a los Gobiernos
Ante los múltiples desafíos derivados, las aerolíneas miembros de IATA piden a los Gobiernos un trabajo conjunto y políticas públicas para desincentivar la migración irregular. Se trata de un nuevo llamado a la cooperación intersectorial en los países de la región.
“Llamamos a los estados de la región a implementar políticas públicas y requisitos migratorios destinado a desincentivar la migración irregular hacia los países de destino seleccionados”, declaran.
La preocupación de IATA apunta a crear una serie barreras contra las amenazas a la seguridad. Sin embargo, ello no se debe interpretar como un aumento de los requisitos para los miles de viajes que se realizan de manera normal y legal entre los países. Recientemente, en la conferencia Wings of Change celebrada en Santiago, IATA plantea su preocupación por el aumento de la exigencia de los visados en la región.
Desafíos
Si bien el compromiso para colaborar en el combate de migración irregular es un avance, su alcance puede ser limitado. Por lo general, quienes están detrás de estos movimientos migratorios utilizan mecanismos poco convencionales. En el caso de transporte aéreo, recurren a líneas aéreas no miembros de IATA, operadores nuevos o dedicados al transporte chárter o wet lease, para cuyos negocios el movimiento de personas representa una fuente de ingresos.
En ese sentido, vuelve a ser clave la cooperación intersectorial entre la industria aérea, los operadores en particular y los organismos del Estados. Todos los cuales deben en crear barreras para detener la migración irregular.
Fotografía portada – Simón Blaise
