Los especialistas coinciden: el cine mexicano dio un salto de reconocimiento en el siglo XXI como nunca antes había ocurrido. Detrás de la Santa Trinidad compuesta por Cuarón-Del Toro-Iñárritu, todos ganadores de los premios Oscar más codiciados y todos “hollywoodizados”, afloraron otros directores como Juan Carlos Rulfo, Fernando Frías de la Parra. Alonso Ruizpalacios, Amat Escalante, Carlos Reygadas y Natalia López Gallardo, quienes, entre otros, se expandieron en festivales internacionales y plataformas audiovisuales sólo como en su momento lo hicieron Luis Buñuel o Arturo Ripstein.
Una retrospectiva actual pone el foco en los orígenes de ese boom. La exploración, en efecto, supone una suma de voluntades entre Argentina y México, en la tradición de los nutridos lazos culturales entre ambos. Auspiciado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través del Complejo Teatral de Buenos Aires y Fundación Cinemateca Argentina, en colaboración con Filmoteca UNAM, el Festival Internacional de Cine de Locarno y Fundación Televisa, y con el apoyo de la Embajada de México en Argentina, la Sala Lugones del San Martín es la gran anfitriona, entre el 22 de marzo y el 10 de abril, del ciclo “Espectáculo a diario. Las distintas temporadas del cine popular mexicano”.
Imagen de la película “Pueblerina”, de 1948.Son diez películas filmadas en México entre 1940 y 1963, caracterizado como el periodo de oro del cine azteca. Tal es así que el programa, curado por los programadores y críticos cinematográficos Olaf Möller y Roberto Turigliatto, incluye melodramas, sátiras, dramas sociales, western a la mexicana y policiales negros dirigidos por realizadores de la talla de Luis Buñuel, Roberto Gavaldón, Matilde Landeta y Emilio “Indio” Fernández. Justamente este último es considerado como el mayor exponente de la época de oro, patriarca del melodrama, que luego de participar muy joven en la revolución de 1910-17 se transformó en uno de los responsables de que el pueblo mexicano comenzara a ir a los cines “a verse a sí mismo” en historias repletas de rancheros, charros, amores desgarradores y rufianes de machismo a ras del suelo.
Del Indio Fernández se proyecta Pueblerina (1948), con Columba Domínguez, Roberto Cañedo y Arturo Soto Rangel, una de sus mejores películas sucedida en el infernal círculo de la venganza. Tras cumplir una condena por vengar la violación de su novia, Aurelio vuelve a su pueblo pero al regresar se entera que su madre murió y su novia vive exiliada con su hijo, fruto de la violación. Aurelio decide casarse con ella e intenta olvidar el pasado, pero el violador y su hermano están dispuestos a seguirlos a sol y sombra.
“La noche avanza” (1952), dirigida por Roberto Gavaldón.Otro nombre de fuste en el ciclo es el del español Luis Buñuel, que en su largo periplo mexicano produjo clásicos como Los olvidados (1950) y El ángel exterminador (1962). Entre ellas, se sitúa El río y la muerte (1954), que también abarca como tópicos la venganza, el honor entre familias amigas y el retorno a un pueblo de un personaje que se verá obligado a continuar un enfrentamiento. “Se puede matar por un sí, por un no, por una mala mirada o, simplemente, ‘porque tenía ganas’”, expresó Buñuel sobre esta especie de western, otro de los imperdibles del ciclo en la Lugones.
La selección de films del cine popular mexicano en su etapa dorada se completa con En tiempos de Don Porfirio (1940), dirigida por Juan Bustillo Oro, con el epicentro en una ciudad de provincia a finales del siglo XX en tiempos del porfiriato; Muchachas de uniforme (1951), de Alfredo Crevenna, adaptación de la obra teatral de la alemana Christa Winsloe, pionera por su temática lésbica. Y, entre las diez elegidas, dos perlas: La noche avanza (1952), dirigida por Roberto Gavaldón y con Pedro Armendáriz, Anita Blanch y Rebeca Iturbide, donde, cuándo no, el personaje central deberá enfrentar la venganza de un siniestro villano tras no cumplir un pacto. Por último, la única dirigida por una mujer, Trotacalles (1951), de Matilde Landeta, con un argumento revolucionario para su época: un grupo de prostitutas se rebela ante sus inescrupulosos explotadores.
*El ciclo “Espectáculo a diario. Las distintas temporadas del cine popular mexicano” se podrá ver en la Sala Lugones del Teatro San Martín entre el 22 de marzo y el 10 de abril.
PC
