El huevo es un alimento básico en nuestra dieta: además de su versatilidad, aporta muchos nutrientes que son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Los huevos son ricos en proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales, lo que los convierte en un ingrediente muy nutritivo y beneficioso para la salud.
La proteína de los huevos es completa, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para construir y reparar tejidos. Además, los huevos contienen vitaminas y minerales esenciales como vitamina D, vitamina B12, ácido fólico, hierro y selenio, entre otros.
Cómo cocinar un huevo en el microondas. / SHUTTERSTOCK
Además, los huevos son fáciles de preparar y pueden ser utilizados en una variedad de platos, desde desayunos hasta cenas, y desde dulces hasta salados. Su versatilidad y disponibilidad hacen que sean una opción accesible y conveniente para incorporar en la dieta diaria.
Es importante tener en cuenta que la forma en que se cocinan los huevos puede afectar su valor nutricional. Por ejemplo, freír los huevos en aceite o mantequilla puede agregar calorías y grasas saturadas. Por lo tanto, se recomienda cocinar los huevos de manera saludable, como cocidos, al horno o en una sartén antiadherente con un mínimo de aceite.
¿Cómo hay que guardar los huevos en casa?
Una ensalada con huevos cocidos. / Shutterstock
Los huevos deben guardarse en el refrigerador para mantenerlos frescos y seguros para el consumo. Es recomendable colocarlos en la parte inferior del refrigerador, ya que es la zona más fría y estable. Además, es importante almacenarlos en su envase original o en una caja de huevos limpia para protegerlos de la humedad, los olores y la posible contaminación cruzada.
¿Por qué los huevos están fuera del frigo en el supermercado?
Es común encontrar huevos fuera del refrigerador en el supermercado debido a que la mayoría de los huevos vendidos comercialmente están recubiertos con una capa protectora llamada cutícula, que sella la cáscara y ayuda a proteger al huevo de la contaminación bacteriana y la pérdida de humedad. La cutícula también ayuda a mantener la frescura del huevo y prolongar su vida útil.
Además, muchos productores de huevos aplican una capa adicional de aceite mineral o cera a los huevos para prolongar su frescura y protegerlos de la contaminación bacteriana durante el transporte y almacenamiento. Estos tratamientos adicionales pueden aumentar aún más la protección del huevo.
Sin embargo, una vez que los huevos son refrigerados, deben mantenerse refrigerados para evitar la proliferación de bacterias dañinas como la salmonela. Por lo tanto, es importante que los consumidores almacenen los huevos en el refrigerador después de comprarlos, para garantizar su seguridad y prolongar su vida útil.
