A Caroline Graham Hansen no le gusta el ruido. Prefiere el silencio mediático, los focos apagados y los objetivos de los fotógrafos lejos. Pero sobre el campo de césped artificial y del frío de Noruega –su país natal– abrió el marcador para ensordecer al Brann y a sus compatriotas. Volvió a brillar la extremo azulgrana, sin necesitar que alguien le alumbrase. La acompañó con otro gol Salma Paralluelo en un partido en el que al Barcelona se le atragantó el área rival: los centros, erráticos, y los disparos (32), neutralizados. Un extraño Barça que no se reconoció ante el Brann, sólido y eficaz defensivamente, y que incomodó a las azulgranas en la ida de los cuartos de final de la Champions, pero que logró avanzar en su camino por Europa (1-2).
Jonatan Giráldez no quiso dejar puntada sin hilo. Los partidos por Europa para el club azulgrana siempre se han atragantado de más. Por lo que decidió sacar a relucir su once de gala habitual en la Champions en un día especial para dos jugadoras: Graham Hansen e Ingrid Engen, ambas noruegas. Enfrente suyo, el Brann, el equipo relevación de la fase de grupos. Un club que acostumbra a marcar poco, pero a encajar menos. Novatas en la competición europea –es su segunda participación en el torneo–, esta es su primera eliminatoria.
Pero su inexperiencia no supuso un obstáculo para hacerle cara al Barcelona. No tanto en el campo –donde el equipo de Giráldez fue superior–, sino como en el marcador. Las noruegas no esperaron detrás cuando las azulgranas dominaron la pelota, y salieron con la presión alta para tratar de evitar una goleada. Intentaron cerrar todos los pasadizos, pero las futbolistas del Barça se asentaron en el área rival, disparando una y otra vez contra una excelsa Mikalsen. La noruega irguió una muralla en la portería, parada tras parada, evitando con solvencia una más que posible sangría azulgrana. No pudo impedir, sin embargo, a la silenciosa Graham. Un córner tras un chute de Mariona Caldentey fue la excusa perfecta para que la extremo abriese el marcador, e intentase rematar el partido con otro más durante la segunda parte.
El Brann se cerró tras el primer gol, y aprovechó los errores posicionales o de balón del Barcelona para correr hacia la portería. A pesar de que Ingrid Engen e Irene Paredes lograron canalizar los escasos ataques noruegos, un error defensivo en un contraataque provocó que Cecilie Kvamme, la capitana del equipo, empatase la eliminatoria, boquiabierta y llevándoselos a la cabeza. La fiesta se alzó en las gradas, y la seriedad en el rostro de Giráldez, apuntando en su clásica libreta.
Los errores de centros y los constantes disparos sin éxitos del Barça perduraron durante la segunda parte. Hasta que una desaparecida Salma Paralluelo demostró por qué es la máxima goleadora de la competición y marcó para salvar a las azulgranas del empate. Hasta el final trataron de aumentar el colchón, pero la árbitra pitó. Por delante tendrán la vuelta en casa, donde el Barcelona se crece. Aunque entre medio, se enfrentarán al Real Madrid, ya con la mitad del trabajo en Europa cumplido, y la mirada puesta en Bilbao.
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