El capítulo de ida de los cuartos de final de la Champions League entre el Real Madrid y el Manchester City se cerró con un festival de goles. El 3-3 brilló en el luminoso en un partido bañado por la locura y la emoción. Y los de Pep Guardiola celebraron varios tantos de buena factura… aunque en ninguno de ellos apareció Erling Haaland.
El delantero noruego disputó los 90′ del encuentro ante los blancos en el Santiago Bernabéu, siendo una sombra de lo letal que acostumbra ser en Premier League. Rüdiger se encargó de detener expresamente al ‘9’ de los ingleses, inmovilizado ante el pegajoso germano que no lo descuidó, incluso si ello implicaba dejar otros espacios que aprovecharon el resto de jugadores del City.
MÁS LUCES QUE SOMBRAS
En sus números, Haaland pasó sin pena ni gloria por el Bernabéu. Solo disparó a puerta una vez, tuvo apenas 20 toques de balón y perdió la mitad de los duelos que disputó, la mayoría de ellos con Rüdiger. Ni pasando la pelota encontró tino: apenas un 67% de acierto, perdiendo la posesión hasta en siete ocasiones.
El terrible partido de Haaland en el Bernabéu revive los fantasmas de las críticas a su rendimiento en las citas ‘grandes’ del Manchester City. La pasada temporada, cuando el conjunto mancuniano se midió al Madrid en las semifinales de la Champions, Erling tampoco vio puerta en ninguno de los dos partidos, uno de ellos con un 4-0 incluido en el que brilló por su ausencia.
LOS HÉROES FUERON OTROS
En aquella ocasión, el City pasó por encima de los blancos gracias al aporte goleador de Bernardo Silva -por duplicado-, Manuel Akanji y Julián Álvarez. El portugués también apareció en esta ida de cuartos de final, abriendo la lata con un golazo que sorprendió a Lunin. Y los dos que vinieron luego fueron de igual factura, con Foden y Gvardiol aportando lo suyo para el 3-3 definitivo. Todos supliendo el trabajo que Haaland dejó sin hacer en Madrid.
El duelo de los cuartos de final entre el City y los merengues se definirá el 17 de abril en el Etihad Stadium. Allí Erling tendrá otra oportunidad para echar por tierra las críticas que le acusan de lucirse contra equipos de menor calidad y ‘espantarse’ ante los partidos importantes, tanto nacionales como europeos.
