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La rutina de un viernes cualquiera en la Interestatal 95, cerca de San Agustín, Florida, tomó un giro inesperado. Imagina el tráfico habitual, la prisa de la vida cotidiana… Pero detrás de la escena, se estaba tejiendo una operación coordinada, un despliegue silencioso de fuerzas de seguridad
El Sheriff Robert Hardwick del condado de St. Johns, un rostro conocido en la zona, encabeza un operativo conjunto con el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) y otras agencias federales. Esta colaboración, bajo el programa federal 287(g), está intensificando las acciones contra la inmigración irregular en el estado.
El programa 287(g) permite a las fuerzas del orden locales asumir ciertas responsabilidades migratorias, previamente reservadas al ICE. Esto significa que los agentes locales pueden ahora detener y entregar a inmigrantes indocumentados a las autoridades federales.
El operativo en cuestión se centró en una camioneta Dodge Ram, detenida en un semáforo. Dentro, se encontraban dos jóvenes guatemaltecos: Alexander Aguilar Velasquez (24 años), con antecedentes migratorios y una orden de deportación pendiente, y un segundo joven de 19 años. Aguilar Velasquez fue arrestado y transferido a la oficina del ICE en Jacksonville; el joven de 19 años recibió una citación para comparecer ante la corte.
“Este es solo el comienzo,” advirtió el Sheriff Hardwick a Fox News Digital, “Si te buscan, ya seas un inmigrante ilegal o un ciudadano de Estados Unidos, vamos a encontrarte y hacerte responsable de tus actos.”
El grupo de trabajo, compuesto por entre 20 y 25 agentes de diferentes agencias, se reúne semanalmente para analizar información sobre migrantes con antecedentes penales o involucrados en delitos graves. “Nos enfocamos en lo peor de lo peor,” explicó Hardwick, destacando el carácter estratégico del operativo.
La colaboración entre el ICE y las autoridades locales de Florida, intensificada tras la elección presidencial de 2024, ha generado un cambio significativo en la ejecución de las políticas migratorias. Si bien la atención mediática suele concentrarse en la frontera sur, operativos como éste demuestran que las acciones migratorias se están extendiendo a todo el país.
El patrullaje en rutas estratégicas, como la I-95, permite identificar casos que podrían pasar desapercibidos. La estrategia, impulsada también por la política del gobernador Ron DeSantis, posiciona a Florida como un punto clave en la aplicación de la nueva política migratoria estadounidense.
El acuerdo entre el ICE y Florida dota a las autoridades locales de mayor poder en el control migratorio, siempre bajo la supervisión federal. La colaboración se presenta como una herramienta fundamental para el ICE y el DHS en su lucha contra la inmigración irregular.
