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Entrevista con Newey: ¿cómo debe ser la Fórmula 1 del futuro?

Autor: Jonathan Noble

A lo largo de su carrera hemos visto un montón de sus impresionantes ideas más allá de sus coches de F1, entre las que destaca su Red Bull X2010 creado para Gran Turismo, un coche creado para los aficionados con 1.400 CV y que batió el récord de Suzuka en las carreras de simulador.

Pero crear el coche de Fórmula 1 perfecto no consiste sólo en tener los monoplazas más avanzados, porque una parrilla llena de X2010 probablemente no ofrecería carreras brillantes.

En lugar de eso, crear una F1 exitosa exige superar un montón de exigencias contradictorias para alcanzar unos objetivos que se combinan para crear algo realmente emocionante.

Así que en un momento en el que la F1 está discutiendo si el actual reglamento ha dado o no todo lo que se esperaba de él, y hay intriga sobre lo que podemos esperar para 2026, parecía un momento perfecto para sentarse con Newey y ver sus pensamientos sobre lo que debería ser la F1.

Hablando en exclusiva con Motorsport.com, Newey ofreció una visión fascinante y pragmática de la dirección que, en su opinión, debería tomar la máxima categoría del automovilismo.

“Ahí es donde surgen todos los enigmas”, dijo Newey. “Creo que la mayoría de la gente diría que, desde el punto de vista del espectáculo, lo mejor es un V10 de altas revoluciones y aspiración normal. Todos suspiramos por los V10 e incluso los V8 de la década de los 2000”.

“Pero, por supuesto, no son eficientes en combustible. Así que hay que equilibrar el espectáculo con la responsabilidad social, aunque también es cierto que el consumo de combustible de los coches en términos de contaminación causada por el deporte es, en realidad, ínfimo”.

“El mayor contribuyente, con diferencia, es la gente que viene a las carreras. Y en ese sentido, no es diferente del fútbol o de cualquier otro deporte internacional. Pero es la imagen y la popularización. Creo que ese es el primer dilema: la fuente de energía. ¿Se opta por la eficiencia, que suele ser relativamente silenciosa, porque el ruido es en realidad ineficiencia?”.

“Y luego en el lado del chasis, para mí lo mejor es que sea pequeño y ligero. Los coches se han hecho muy grandes. Esos son los fundamentos”.

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Max Verstappen, Red Bull Racing RB20 Sergio Perez, Red Bull Racing RB20, Lando Norris, McLaren MCL38, the rest of the field away

“Entonces puedes empezar a debatir lo rápido que debería ser el coche, en términos de tiempo por vuelta, en rendimiento a alta velocidad, pero lo que tienes que recordar es que la televisión tiene la apariencia de ralentizar los coches”.

“Ver un coche que tiene aún menos rendimiento no es muy emocionante. Los coches tienen que ser muy rápidos para parecer que lo son en televisión”, añadió.

Las palabras de Adrian Newey sobre los enigmas de la futura F1 llega al corazón de un conflicto que se sitúa justo en el centro del automovilismo. Los reguladores y los promotores de los grandes premios quieren reglas que cree emoción, mientras que el trabajo de los equipos es crear coches que, en un mundo perfecto, den lo mejor de sí mismos y consigan aburridos dobletes, ya que lograr un triunfo sufrido no da más puntos que uno aburrido.

“A no ser que se convierta en algo artificial, que empiece a parecerse a la WWF, entonces no estoy seguro de que se pueda conseguir”, dijo Newey.

“La realidad es que las reglas actuales son posiblemente las más restrictivas que hemos tenido nunca. Cada nuevo reglamento tiende a ser más restrictivo que los anteriores, y el límite de costes también se ha introducido para restringir el gasto de los equipos más grandes frente a los más pequeños”.

“Y sin embargo, el orden competitivo bajo el tope de costes no ha cambiado demasiado”.

El hecho de que los equipos y los organismos reguladores persigan objetivos opuestos no significa que el fracaso esté garantizado, porque dentro de sus respectivas competencias se encuentran los ingredientes compartidos que pueden producir grandes carreras.

¿Qué pasa con los futuros motores?:

Mark Webber, Red Bull Racing RB8, leads Nico Rosberg, Mercedes F1 W03, Lewis Hamilton, McLaren MP4-27, and Fernando Alonso, Ferrari F2012, as Romain Grosjean, Lotus E20 and Michael Schumacher, Mercedes F1 W03, make contact

Recordando los buenos tiempos de la Fórmula 1

También hay que tener en cuenta que la F1 siempre luchará por estar a la altura de lo que recordamos del pasado, es decir, de los momentos más memorables y emblemáticos, mientras que las carreras aburridas se borran de la memoria.

“Tenemos la costumbre de recordar las carreras memorables y las batallas de época”, añadió Newey. “Luego solemos olvidar las que son un poco aburridas. La realidad es que ha habido muchas carreras aburridas a lo largo de los años, cada temporada. Y quizás la temporada más dramática, supongo, fue 2012, cuando hubo seis ganadores diferentes en las seis primeras carreras”.

“Creo que la belleza de la F1 es que es el hombre y la máquina. Dentro de la máquina, tienes el chasis y el motor. Por lo tanto, hay tres elementos clave en un paquete totalmente competitivo. No se necesitan necesariamente los tres para ser el mejor de la parrilla, porque si dos son los mejores y el tercero es bueno, entonces se estará en una posición razonablemente buena”.

“Ese es el peligro de la sobrerregulación, que si los coches llegaran a estar tan estrictamente regulados, y se convirtieran en algo parecido a las carreras de una sola marca, entonces la historia dicta que invariablemente se vuelve menos popular”.

“El mejor o el peor ejemplo, según se mire, es la IndyCar de mediados de los 90. Creo que había cuatro o más equipos en la IndyCar. Creo que había cuatro o cinco fabricantes de chasis y tres o cuatro de motores, y su popularidad empezaba a rivalizar con la de la F1″.

“Poco después se convirtió en una serie de una sola marca, concretamente en el chasis, y de dos marcas en el motor. Y la verdad es que su popularidad ha disminuido”, explicó el de Red Bull.

Pirelli tyres in the paddock

El papel de los neumáticos en la Fórmula 1

Sin embargo, el éxito de la F1 no depende sólo de los coches, ya que Newey considera que hay algo igual de importante: el impacto de los neumáticos.

Por mucho que los equipos y los pilotos se quejen de que la F1 tiene una degradación de los neumáticos que no les permite ir al máximo en cada vuelta, Newey cree que el equilibrio actual es bastante bueno.

“Creo que la degradación de los neumáticos tiene mala fama”, dijo. “Pero personalmente, creo que en realidad es algo bueno. Da lugar a diferentes estrategias, incluso si estás detrás puedes jugártela e incluso tener una oportunidad: como hicimos en la carrera de Texas [Austin] el año pasado”.

“Si en esa carrera de Texas la degradación de los neumáticos no hubiera sido significativa, no habríamos tenido ninguna posibilidad de ayudar a Max Verstappen a ganar esa carrera. Y esa es probablemente una de las carreras más emocionantes del año por su desarrollo general”.

“Por lo tanto, creo que la degradación de los neumáticos es correcta tal y como la tenemos. Significa que sin repetirse, podemos tener diferentes estrategias y que los diferentes coches tienen un rendimiento diferente en distintos momentos de la carrera”.

“Da un poco de variedad y, en la variedad, la imprevisibilidad que de otro modo podría faltar. De normal, las carreras en las que la degradación de los neumáticos es menos problemática y es a una sola parada, suelen ser un poco más aburridas”, añadió.

Charles Leclerc, Ferrari SF-24, alongside Max Verstappen, Red Bull Racing RB20

El tamaño del coche es clave en la F1

En medio de las discusiones de la F1 sobre el problema del aire sucio que ha regresado, a pesar de todos los esfuerzos realizados con el reglamento de 2022, Adrian Newey vuelve a su punto de vista original: que el tamaño de los coches es fundamental.

“Por lo que respecta a la aerodinámica, en las carreras de 2022 los coches iban muy pegados en la pista, e incluso ahora siguen yendo muy pegados. Pero los coches se han hecho demasiado grandes. Son rápidos y pesados, y creo que es una pena. Porque una cosa que se puede decir a lo largo de los años es que todo lo que representan los coches de F1, tiende a popularizarse en la sala de exposición”.

“El cambio de marchas de levas, obviamente, empezó a usarse en la F1. Y ahora se ha vuelto muy popular en los coches de calle. Cuando se introdujeron los coches turboalimentados en la F1 en los años 80, tendimos a ver más coches turboalimentados de calle”.

“Mira los alerones de fibra de carbono: la mayoría de los coches deportivos que ves ahora en la carretera tienen algún tipo de alerón que sube y baja. Así que la F1 populariza las cosas“.

“En estos momentos se habla mucho, y con razón, de ecología y de cómo reducir los efectos de la automoción en el planeta. Eso suele ir acompañado de una obsesión por reducir las emisiones, quizá mediante baterías o hidrógeno, sin utilizar combustibles fósiles”.

“Pero lo más importante para mí es la cantidad de energía que utiliza el coche. Porque esa es la clave: si utiliza grandes cantidades de energía, no importa de dónde provenga, esa energía tiene que venir de alguna parte, incluso si proviene de una turbina eólica, que tampoco es cero emisiones de carbono”.

Por lo tanto, la posibilidad de que la F1 vaya por el camino opuesto para ir hacia coches mucho más pequeños, más ligeros y más eficientes aerodinámicamente, es la que sin duda defendería”.

“Tal vez eso podría empezar a cambiar la tendencia de estos monstruos de tres toneladas que están destrozando los circuitos y creando tantos baches”, concluyó Newey.

Adrian Newey, Chief Technology Officer, Red Bull Racing

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