… 
La incertidumbre sobre el futuro de la política de inmigración en Estados Unidos ha generado un clima de temor y ansiedad en comunidades de todo el país; en Chicago, el barrio de Little Village, conocido como el “México del Medio Oeste”, ha visto una disminución significativa en las ventas de los restaurantes, según Sam Sanchez, un restaurador veterano y miembro de la Coalición de Inmigración Empresarial de América
Sanchez afirma que algunos restaurantes han reportado una disminución del 50% en las ventas, lo que se debe en parte al miedo que sienten los empleados y los clientes de ser detenidos o deportados. “La gente tiene miedo de caminar por las calles”, dice Sanchez. “Hay mucho miedo… y eso es donde comienza. Los empleados comienzan a preocuparse y se preguntan si deben ir a trabajar o no”.
Según Giovanni Peri, economista y director del Centro de Migración Global de la Universidad de California-Davis, hay aproximadamente 10,5 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, de los cuales alrededor de 8,5 millones están empleados. La deportación de estos trabajadores podría tener un impacto significativo en la economía y el mercado laboral del país.
La industria agrícola es una de las que podría verse más afectada, ya que depende en gran medida de la mano de obra inmigrante. Ron Estrada, director ejecutivo de la organización Justicia para los Trabajadores Agrícolas, afirma que la deportación de trabajadores agrícolas podría reducir la producción de alimentos y crear riesgos para la seguridad alimentaria del país.
Además, la deportación de inmigrantes indocumentados podría tener un impacto negativo en la economía, ya que se estima que la contribución de estos trabajadores al PIB de Estados Unidos es de alrededor del 3,6%. La pérdida de esta mano de obra podría llevar a una disminución en la producción y el empleo en various sectores, lo que podría tener un efecto dominó en la economía en general.
La incertidumbre sobre el futuro de la política de inmigración ha generado un clima de temor y ansiedad en comunidades de todo el país. Joanne Eriaku, una madre soltera y propietaria de tres negocios, ha estado esperando durante siete años para que se resuelva su solicitud de asilo después de huir de Uganda. “Estoy esperando y esperando”, dice Eriaku. “Mi mayor temor es que mi hijo sea deportado de regreso a Uganda cuando cumpla 21 años”.
La situación es compleja y hay muchos factores en juego. Sin embargo, es claro que la deportación de inmigrantes indocumentados expuesto por Donald Trump podría tener un impacto significativo en la economía y el mercado laboral del país. Es importante que se busquen soluciones que beneficien a todos los involucrados y que se respeten los derechos humanos de los inmigrantes.
