Cuando Patrick Swayze estrenó Road House en 1989, Jake Gyllenhal tenía 8 años. En su adolescencia la vio por lo menos 10 veces. Su hermana mayor, también actriz, lo llevó a ver otro de los hits de Swayze, Dirty Dancing y recuerda haberse quedado en el cine fascinado durante tres funciones consecutivas. Era su ídolo y se lo pudo contar cuando trabajaron juntos en la película Donnie Darko, su primer protagónico en 2001.
“Patrick y su esposa me tomaron bajo su tutela, qué personas más generosas”, dice ahora el actor promoviendo El duro, una nueva versión de la comedia de acción Road House en la que se pone en las botas de su ídolo para reimaginar el mismo personaje, Dalton, un ex luchador contratado como patovica de un violento bar en Cayo Hueso.
Como su predecesor, Jake Gyllenhall también prefiere ser amable hasta tener que dejar de serlo. Y usa una actitud zen para enfrentar a la clientela violenta. La película se convirtió en récord de streaming en Amazon Prime, cautivando fans nuevos y de la original. “Es un honor”, repite Jake.
Comparte con Swayze (que se ha convertido en actor de culto desde su muerte en 2009) el amor por los musicales. Cuando el director de El duro, su amigo Doug Liman, le preguntaba qué música quería para entrar intimidante al ring como el luchador de la UFC en los flashbacks de la película, Jake le pidió Cantando bajo la lluvia de Gene Kelly, aunque terminó aceptando Enter Sandman de Metallica. Contaba esa anécdota en un talk show nocturno riéndose de sí mismo.
En 2005 estuvo a punto de ser Batman, le ganó el casting a último momento Christian Bale. Pero ahora parece que hay tiempo de revancha. Los estudios DC quieren un nuevo Batman para su película The Brave and the Bold, uno maduro, y podría ser el turno de Jake, de envidiable físico a los 43. Él estaría más que dispuesto.
Jake Gyllenhall hará la remake de “El duro” (“Road House”), filme de su admirado Patrick Swayze. Foto: ReutersLa familia Gyllenhall y sus amigos famosos
Maggie Gyllenhall cuenta que una vez Dustin Hoffman le dio a su hermano una copia del libro Un actor se prepara de Stanislavski con la dedicatoria: “Sos bueno, pero tenés que perseguir ser mejor” y que se lo tomó en serio.
En 2005, en Secreto en la montaña, la película que le valió la nominación al Oscar como actor de reparto sobre dos vaqueros que terminaron enamorándose, aprendió la técnica meticulosa de su coprotagonista Heath Ledger. Comió chicle en lugar de comida para bajar 15 kilos en Primicia mortal.
“Secreto en la montaña”, la película que hizo con Heath Ledger y por la que Jake Gyllenhall estuvo nominado a un Oscar.Para El duro entrenó fuerte durante dos meses, aunque confiesa que fue fácil, porque hubo un equipo que lo trató como a un atleta, y porque hace gimnasia cada mañana de su vida como le enseñó su padre, para empezar bien el día.
Jake y Maggie crecieron en Hancock Park, en Los Angeles. Su papá Stephen es director de películas para TV. Su mamá Naomi recibió una nominación al Oscar como guionista, igual que su hermana.
Bien conectados, Mel Brooks led sugirió la escuela progresiva en la que estudiaron. Paul Newman le enseñó a manejar. Su madrina es Jamie Lee Curtis. Una vez recibidos, los hermanos se fueron a estudiar a la Universidad de Columbia, en New York.
El romance con Taylor Swift que dejó secuela
Taylor Swift y Jake Gyllenhall. Las “swifties” lo acosaron y él dijo que las estrellas deberían estar atentas al cyberbullying de sus fans. Foto: APUnida, la familia lo acompaña en sus estrenos, donde también se lo ve junto a su novia francesa, la modelo Jeanne Cadieu, a la que elogia por no enroscarse con la fama.
Aunque mantiene su vida muy privada, Jake Gyllenhall no pudo evitar que los fotógrafos documentaran el breve romance que mantuvo en 2010 con Taylor Swift. Fueron solo 3 meses pero fiel a su costumbre, la cantante escribió un tema para contar como él rompió con ella, “cruel en el nombre de ser honesto”, mandándole sus cosas por correo.
Durante la pandemia, Taylor sacó una versión más larga de All too Well, y las swifties volvieron a castigarlo en Instagram.
“No tiene nada que ver conmigo, es sobre la relación de Taylor con sus fans. Los artistas buscan inspiración en sus experiencias personales y no está mal”, le dijo Jake a la revista Esquire, agregando que las superestrellas tienen la responsabilidad de hacer que sus fans se porten bien en las redes “y de no permitir el cyberbullying en su nombre”. Mejor empoderar, sugirió.
