El ministro de Economía, Luis Caputo, no estará solo en sus cruciales reuniones del FMI, en busca de apoyo del organismo internacional de crédito, que traiga como consecuencia aire financiero y la chance de acelerar la salida del cepo cambiario. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, hombre del primer círculo de confianza del presidente Javier Milei, también viajará esta noche a Estados Unidos, en una muestra de la importancia que en la Casa Rosada le adjudican al viaje y al vínculo con el Fondo Monetario Internacional.
Según informaron desde la Jefatura de Gabinete, Posse viajará junto a Caputo para participar de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial. Acompañados por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, ambos se reunirán con “representantes del Tesoro de los Estados Unidos”, país con una crucial influencia en el directorio del Fondo. En esas reuniones, según anticiparon fuentes oficiales, “se continuará dialogando sobre las reformas que está llevando adelante el gobierno argentino para ordenar la economía”. No se pedirán fondos extra, agregaron los voceros al tanto del viaje.
Horas antes de su llegada, el FMI dio aval a las reformas del país y publicó sus previsiones (negativas en el corto plazo) para la Argentina. Según sus números, la economía argentina se contraerá un 2,8% este año, en medio del ajuste de cuentas fiscales motorizado desde que Milei llegó a la Casa Rosada. Para 2025, el Fondo anticipa una recuperación de la economía con un crecimiento de 5% respecto de 2024. “Es una estimación, no nos basamos en lo que dicen otros”, dijo durante su conferencia de prensa diaria el portavoz presidencial Manuel Adorni en relación a los datos publicados, en un intento por relativizar esas cifras.
Además de acompañar al ministro de Economía, y siempre con su característico bajo perfil, Posse tendrá a su vez una agenda propia, que incluirá reuniones de trabajo con el Consejo Nacional de Seguridad, que depende directamente del presidente demócrata Joe Biden, en la Casa Blanca. Se prevé un encuentro con el Asesor Adjunto de Seguridad Nacional, Daniel Erikson y con la Asesora Adjunta de Seguridad Nacional para Tecnología Cibernética y Emergente, Anne Neuberger. Estará junto a Caputo el embajador designado en Washington, Gerardo Werthein, que mientras desarrolla de hecho sus funciones aún espera la aprobación de su pliego en el recinto del Senado.
Además de la agenda local, en la que se encarga entre otras tareas del vínculo con los gobernadores (tarea compartida con el ministro del Interior, Guillermo Francos), Posse tuvo notorio protagonismo en las últimas visitas de funcionarios norteamericanos al país, la mayoría de ellos vinculados a cuestiones de seguridad. Recibió, entre otros, al titular de la CIA, Wiliam Burns, y participó de las reuniones con la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos. Posse ya había visto a Burns y a Richardson en su último viaje a Estados Unidos, a principios de este año.
Las visitas de Burns y Richardson reforzaron los hilos de cooperación en seguridad, lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, y también la colaboración militar, un capítulo que incluyó la compra de veinticuatro aviones caza F-16 a Dinamarca, firmada hoy en Copenhague por el ministro de Defensa, Luis Petri, operación que-según afirmó el portavoz Adorni a LA NACION-tendrá un costo estimado de U$S 300 millones.
Hacia fines de mes, según confirman fuentes oficiales, y luego de distintos reclamos de la oposición, Posse tiene pensado concurrir, por primera vez en lo que va de la gestión libertaria, a cumplir con el mandato constitucional de rendir cuentas de la acción del Gobierno ante el Congreso.
