El Barça no pedirá una invitación extra para jugar el Mundial de Clubes aunque gane la Champions League. A la institución azulgrana le hubiese gustado estar entre los elegidos, especialmente por la tarta económica que se reparte, mucho más grande de la que se ‘comerá’ en su gira asiática, pero no forzará la máquina con la FIFA. Primero, por una cuestión simplemente de reglamento. Las doce plazas europeas (hay 32 participantes) están asignadas y el club azulgrana no quería forzar la máquina. Sus relaciones con el órgano presidido por Gianni Infantino, cercano a la idea de la Superliga, son óptimas, pero entienden que están fuera por méritos deportivos y que ya no hay una opción de improvisar.
El Barça, además, termina de cerrar estos días su gira asiática, que arrancará en la última semana de julio y que le llevará por Corea, donde ya tiene cerrado dos partido (FC Seúl, el primero; y Jeonbuk Hyundai Motors o al Suwon Samsung Bluewings en un segundo amistoso) y Japón. Allí tiene cerrado un partido más y debe rematar el stage con algún otro choque más que llene la bolsa de ingresos. El objetivo del Barça, que ya tiene asegurados 15 millones, es llegar a los 25.
Desde el Barça insisten en que les hubiese gustado estar en el Mundial de Clubes por asuntos de prestigio deportivo y, por supuesto, de ingresos económicos, pero que aceptan este escenario. De hecho, le ven el prisma positivo. Si el Barça fuese capaz de ganar la Champions, jugaría la Supercopa de Europa el 13 de agosto y el club azulgrana tendría una pretemporada normal que le permitiría afrontar el partido en buenas condiciones. Cinco de los ocho cuartofinalistas de la actual Champions (Real Madrid, Dortmund, Bayern, Inter y PSG) jugarán el Mundial de Clubes.
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