Ricky Pearsall, novato de 23 años de San Francisco 49ers, estuvo cerca de perder la vida durante un asalto. El receptor de los 49ers recibió un disparo en el pecho, aunque por suerte no tocó ningún órgano vital.
“Novedades sobre mi bebé. Le dispararon en el pecho y el disparo salió por la espalda. Gracias a Dios, la bala no afectó sus órganos vitales”, escribió Erin a través de sus redes sociales.
¿Cómo se originó el tiroteo a Ricky Pearsall?
Ricky Pearsall recibió un disparo en el pecho en un intento de robo en los alrededores de Union Square, la zona comercial más popular en San Francisco, California, luego de presentarse a una firma de autógrafos.
Según información del Departamento de Policía de la ciudad, Pearsall fue herido durante el forcejeo con el asaltante que resultó ser un chico de 17 años que las autoridades pusieron bajo arresto y está a la espera de los cargos que se le imputarán.
En redes sociales se observó al joven de 23 años sin camisa y siendo atendido por los cuerpos de emergencia con claras manchas de sangre en su pecho.
Tras ser auxiliado por paramédicos, lo trasladaron al Hospital General de San Francisco, en donde fue visitado por John Lynch, gerente general de los 49ers, quien informó que Ricky estaba en condición estable.
“Sufrió una herida de bala en el pecho, pero se encuentra estable. Les pedimos que respeten su privacidad en este momento. Nuestros pensamientos y oraciones están con Ricky y toda la familia Pearsall”, fue la declaración que hizo Lynch.
“Lo primero y más importante es agradecer a Dios por proteger a mi bebé. Es muy afortunado. Ahora está de buen ánimo. La vida es muy valiosa, amigos míos. Por favor, ámense unos a otros. Mi hijo se salvó hoy por la gracia de Dios. Por favor, oren por mi bebé”, concluyó Erin en su mensaje.
Antes de dar el salto a la NFL el receptor nacido en Phoenix, Arizona, destacó en el fútbol americano colegial con los Florida Gators, equipo con el que consiguió 65 recepciones para 965 yardas y cuatro anotaciones el año pasado.
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