Desde el momento en que León XIV apareció por primera vez en la logia central de la basílica de San Pedro, inevitablemente surgió la comparación: doce años con Francisco habían habituado al mundo a un rostro, un tono y una forma de ejercer el papado. Pero cada nuevo Pontífice inaugura una etapa, y con ella surgen los primeros signos de estilo, incluso en los detalles aparentemente más logísticos.
Uno de esas cuestiones es el lugar donde el nuevo Papa decidirá vivir. ¿Palacio Apostólico o Casa Santa Marta? La elección aún no ha sido confirmada oficialmente, pero ya genera lecturas, especulaciones y comparaciones con su predecesor. Durante el pontificado de Francisco (2013–2025), una decisión significativa fue optar por vivir en la Casa Santa Marta en lugar del tradicional apartamento papal en el Palacio Apostólico.
Muchos interpretan —de forma algo simplista— que esa decisión de Francisco respondió a un gesto de humildad o sencillez. Pero nada más lejos de la realidad. El propio Papa lo explicó en varias ocasiones: no se alejó del Palacio Apostólico porque le ‘agobiara el lujo’, sino por una necesidad personal.
«Para mí es un problema de personalidad: eso es todo. Necesito vivir entre la gente, y si viviera solo, tal vez un poco aislado, no me haría ningún bien», aseguró en una entrevista. Además, el Papa argentino fue el primero en reconocer que el apartamento papal es «antiguo, grande y puesto con buen gusto, pero no lujoso».
Francisco, aunque vivó en Santa Marta, siguió utilizando el Palacio Apostólico como sede oficial del Papa: allí celebraba audiencias, recibía a mandatarios y mantenía los encuentros diplomáticos. Solo separó lo privado de lo institucional.
Un Papa, tres posibles ‘domicilios’
Ahora la gran incógnita es: ¿qué decidirá León XIV? Tras la muerte de Francisco el pasado 21 de abril, el Vaticano selló tanto el apartamento papal del Palacio Apostólico como la habitación que el Pontífice utilizaba en la Casa Santa Marta. Se trata de una antigua tradición que busca resguardar documentos personales y asegurar una transición ordenada durante el periodo de Sede Vacante, evitando intrusiones, manipulaciones o filtraciones.
Veinte días después, el 11 de mayo, León XIV reabrió el apartamento papal del Palacio Apostólico en presencia de las principales autoridades vaticanas. Desde entonces se han multiplicado las teorías sobre cuál será su ‘domicilio’ definitivo.
Otra posibilidad menos comentada pero aún sobre la mesa es que el Papa decida permanecer en el apartamento del Palacio del Santo Oficio, donde está residiendo desde su elección. No obstante, el edificio, que alberga el dicasterio para la Doctrina de la Fe, plantea ciertas incomodidades: a diferencia de la Casa Santa Marta —ubicada plenamente dentro del territorio vaticano—, el Santo Oficio es un edificio más expuesto. Aunque pertenece al Vaticano, se encuentra en régimen de extraterritorialidad, lo que implica mayores desafíos en términos de seguridad y privacidad.
El Palacio del Santo Oficio se encuentra fuera de los confines de la Ciudad del VaticanoVatican Media
Por su parte, el Palacio Apostólico incluye capilla, biblioteca, comedor, estudio, oficinas, una suite médica incorporada en tiempos de Juan Pablo II y un jardín en la azotea. Desde sus ventanas, los pontífices se han dirigido históricamente a los fieles cada domingo para el rezo del Ángelus. Si se confirma su elección, es probable que el apartamento sea sometido a reformas y adaptaciones antes de que León XIV lo convierta en su residencia definitiva.