En los últimos años, Partizan de Belgrado ha recuperado su lugar en Europa. Aquel equipo que se proclamó campeón de Europa en 1992, tras un triple en el último segundo de Sasha Djordjevic que condenó al Joventut (70-71) aspira a volver a saborear la gloria europea, con Zeljko Obradovic en el banquillo, tal y como ocurrió por aquel entonces.
Mucho ha cambiado la situación en aquel equipo serbio que tuvo que huir de la guerra y disputar la fase previa en Fuenlabrada, ciudad con la que, más de 30 años después, sigue hermanada.
Obradovic, que cuenta con nueve Euroligas a sus espaldas, es toda una institución en Serbia. En Partizan, nadie duda de él, y para muestra, el mercado de fichajes llevado a cabo este verano: tras una temporada decepcionante, el club ha optado por cambiar a toda la plantilla, incorporar 14 caras nuevas, y mantener a Obradovic en el cargo.
En Belgrado, conviven las aficiones de Estrella Roja y Partizan, pero fueron estos últimos los que lograron una hazaña increíble la pasada campaña en Euroliga: fueron el equipo con más espectadores de media por encuentro en el Stark Arena. Hasta 19.916 personas en las gradas, haciendo que el porcentaje de ocupación del pabellón fuese del 99%.
En el feudo serbio, queda claro que en Belgrado, el baloncesto se vive como si fuese una religión, y la atmósfera que se logra allí, da la vuelta al continente, incluso llegando en algunas ocasiones a América, donde el ambiente es tan diferente en la NBA.
A nivel deportivo, Partizan aspira a mejorar la 11ª plaza lograda en la Euroliga la pasada campaña que les dejó fuera de los playoffs. Hay equipo para soñar, y porque no, darse una alegría Europea 33 años después.