El Gobierno ha decidido combatir las pseudoterapias como la vacuoterapia, también conocida como cupping, o la dieta macrobiótica, entre otras muchas. Para ello, los ministerios de Sanidad y de Ciencia, Innovación y Universidades han realizado nuevos informes, que se podrán encontrar en la web de RedETS y en la de #CoNprueba, la marca que engloba las acciones frente a las pseudociencias y las pseudoterapias.
Los informes han sido realizados por la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud. Esta red que está formada por las agencias o unidades de evaluación de la Administración General del Estado y de las comunidades autónomas, que trabajan de manera coordinada, con una metodología común y bajo el principio del reconocimiento mutuo y la cooperación.
En total, los informes analizan la eficacia y la seguridad de ocho técnicas: la vacuoterapia, el taichí, la luminoterapia, la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales.
El cupping no puede sustentar su eficacia
En el caso de la vacouterapia, también conocida como cupping o terapia con ventosas, se señala que “no se puede considerar una terapia segura debido a los riesgos inherentes por la aplicación de la técnica sobre el cuerpo humano, mayoritariamente en la vacuoterapia húmeda, y el beneficio que podrían mostrar se basa en estudios de baja calidad que no permiten sustentar su eficacia, por lo que no estaría recomendado su uso en esta indicación”.
Esta técnica consiste en la aplicación de copas, habitualmente de cristal o plástico, calentadas sobre la piel o mediante otras técnicas de hacer ventosa, en diferentes puntos del cuerpo.
Tampoco quedan probados los efectos de la luminoterapia asociada a problemas de salud mental. El documento señala que debido a sus “limitaciones metodológicas”, “no es posible extraer conclusiones definitivas” sobre su eficacia y seguridad en dichos pacientes.
“No existe evidencia suficiente que apoye el uso de la luminoterapia en el tratamiento de diferentes condiciones clínicas de salud mental”, se asegura en la nota del Ministerio de Sanidad.
En esta pseudoterapia se usa una caja de luz colocada aproximadamente a un metro de distancia, a una altura dentro del campo visual. La fototerapia se puede administrar durante períodos de tiempo variables y en diferentes momentos del día.
En la misma línea, sitúa este informe a la respiración consciente, una técnica para reducir la angustia o el estrés, que debido a sus limitaciones científicas, se apunta a que los estudios al respecto “deben ser tomados con cautela” porque “no se tiene garantía de que sus resultados sean extrapolables a la práctica clínica”.
El taichí, beneficioso para los pacientes con problemas osteomusculares
El taichí sale mejor parado en este informe, y resalta que resulta beneficioso respecto al bienestar percibido y a diversas funciones como la reducción del dolor. El beneficio va ligado a la realización de una actividad física en los pacientes con problemas osteomusculares.
Es esta práctica ancestral china, se trabajan todos los músculos del cuerpo, potenciando fuerza, flexibilidad y equilibrio, reduciendo la sobrecarga muscular y riesgo de lesiones asociados a otras disciplinas deportivas.
Pero no todos los ejercicios de bajo impacto tienen la misma repercusión en la salud. Por el ejemplo, el chi-kung o qigong, puede ser beneficioso también para personas con enfermedades de huesos y musculares, aunque el documento de Sanidad destaca que la evidencia de sus efectos positivos se sustentan en “una afirmación de baja calidad”.
Esta práctica consiste en un conjunto de ejercicios que mezcla la respiración con ciertos movimientos que pueden potenciar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio, sin tanto riesgo de parecer alguna lesión.
El zerobalancing o la aromaterapia, contra las cuerdas
Las tres últimas pseudoterapias analizadas en este informe, el zerobalancing (trabajo de mente y cuerpo), la aromaterapia (una rama de la fitoterapia que utiliza aceites esenciales) y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales, quedan en una situación ambigua al no haber estudios suficientes que demuestren sus beneficios como terapias alternativas.
Sanidad concluye que en el zerobalancing “no existe una evidencia científica sobre la seguridad y eficacia de la técnica en ninguna condición clínica”.
En lo referido a la aromaterapia, el informe va más allá: “La baja calidad metodológica de muchos de los estudios incluidos en las revisiones sistemáticas identificadas, no permite extraer conclusiones definitivas”
“La aromaterapia puede ser un recurso complementario de algún valor para el tratamiento de síntomas físicos y psicológicos en enfermedades cardiovasculares y dismenorrea. Los aceites esenciales son naturales, pero no inocuos, y se han identificado una serie de eventos adversos leves asociados a su uso”, recoge el informe, que se puede consultar en la web de RedETS.
De las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales, se concluye que el entrenamiento autógeno “podría resultar beneficioso” en la mejora de síntomas psicológicos y físicos en distintas condiciones de salud, aunque apunta que las conclusiones “no pueden ser definitivas” debido al bajo número de estudios para cada condición de salud y su riesgo de sesgo alto o incierto: “Es necesario seguir evaluando la seguridad de estas técnicas”.
