Imagen de archivo
Agentes de aduanas y de seguridad nacional destinados en el puesto marroquí de Bab Sebta detuvieron en la noche de este domingo a un marroquí que pretendía entrar en Ceuta con casi 27 kilos de hachís ocultos en el vehículo que conducía.
La droga estaba escondida en el depósito de combustible, un hueco que pretendía servir de camuflaje para burlar los controles establecidos por Marruecos al otro lado del paso fronterizo. No funcionó.
El detenido es un marroquí residente en el extranjero que conducía un vehículo matriculado en España que ha quedado intervenido en el operativo.
Además, durante el cacheo practicado a este pasador, se le encontraron 5.600 euros, dinero que no había sido declarado.
El implicado en este pase frustrado de drogas fue trasladado a la policía judicial para su interrogatorio bajo la supervisión de la fiscalía, mientras que agentes de la aduana se incautaron del vehículo, la droga y el dinero para su investigación.
De esta manera se evitó la introducción de esta narcótica sustancia a través del paso fronterizo que separa España de Marruecos, que es empleado por las personas captadas como enlaces de la droga para colar distintas cantidades.
La puerta de Ceuta, vía de tránsito
La ruta siempre es la misma: el hachís procedente de las plantaciones de Marruecos pretende llegar a Europa y una de las vías de tránsito es la puerta de Ceuta.
Después llegará el traslado a la Península burlando un segundo filtro. El empleo de turismos adaptados para el tráfico de estupefacientes sigue siendo una de las salidas de narcóticos explotada en este submundo del narcotráfico.
Tras esta intervención, queda la investigación posterior para conocer el lugar en donde pudo llevarse a cabo la carga de la mercancía así como los implicados en el suministro del hachís en el lado marroquí y el receptor de esa mercancía.
Son labores que se llevan a cabo después de cada servicio antidroga ejecutado.