Mientras Aguachica (Cesar) y el país lamentan la muerte del cuarto miembro de la familia Lora Rincón (Santiago) a manos de un sicario, en una masacre ocurrida el 30 de diciembre pasado, la Policía avanza en la investigación sobre los autores materiales e intelectuales del hecho.
Un grupo élite de la Policía fue desplazado desde Bogotá para analizar más de 240 horas de imágenes de cámaras de seguridad en donde quedaron grabados los rostros del asesino y de su cómplice desde que llegaron a la zona del restaurante ‘Sorbetes y jugos’, donde estaban los Lora, hasta que huyeron.
El informante
Hay una recompensa de 50 millones de pesos por información sobre los autores de la masacre. Foto:Policía Nacional
A través de las líneas habilitadas para recoger información sobre este hecho al menos tres personas se han comunicado a asegurar que conocen al hombre del saco rosado que se ve en las imágenes de video disparando contra los Lora en la terraza del restaurante.
Antes de ejecutar el crimen, cámaras lo muestran sin el tapabocas que llevaba en el cuello, haciendo una llamada. Los investigadores creen que alguien que estaba siguiendo a la familia Lora les estaba avisando a los asesinos sus movimientos.
Por eso, si bien aún no se ha descartado la hipótesis de que los sicarios iban tras la pareja de un narcotraficante de la zona y se equivocaron, es poco probable que asesinaran a cuatro personas si era una sola su objetivo.
El alias
Brigadier General Herbert Benavidez, Comandante regional 8 de la Policía. Foto:Policía Nacional
El general Herbert Benavidez, comandante de la regional 8 de la Policía Nacional, confirmó que ya tienen en sus manos los alias de los supuestos responsables. Ahora buscan confirmar los datos y ubicar la estructura delincuencial a la que pertenecen.
“Se está haciendo un análisis técnico-balístico. Se indaga si en el culto del pastor Lora estuvo uno de las personas que participó en el crimen“, explicó el oficial.
Por eso, es claro que no se ha descartado la hipótesis de que algún miembro de la familia estuviera siendo víctima de extorsiones.
El taller en donde habrían escondido una de las motos usadas para el crimen es otra de las pistas clave. Se llegó al local gracias a las cámaras de seguridad.
UNIDAD INVESTIGATIVA
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