Los manifestantes marcharon por Lisboa con la bandera nacional portuguesa y portando pancartas con lemas como ‘Expulsión de los inmigrantes que cometen delitos’.
Miles de personas han protestado en Portugal contra la “inmigración descontrolada” en una concentración convocada por el partido de extrema derecha Chega. Los manifestantes marcharon por la capital, Lisboa, con la bandera nacional portuguesa y portando pancartas con lemas como ‘Expulsión de los inmigrantes que cometen delitos’.
“Emigramos legalmente. Así es como debería ocurrir en un país desarrollado”, dijo Cecilia Guimaraes, que llegó a Portugal procedente de Canadá. Se quejó de una sensación de inseguridad que, según ella, podría estar relacionada con la llegada de extranjeros.
El líder del partido Chega, André Ventura, dijo que quienes quisieran venir a Portugal a trabajar y contribuir eran bienvenidos. “La inmigración no puede ser vista sólo desde el punto de vista del bienestar social, tiene que ser vista en un drama que se discutió ayer en las calles, el drama de la vivienda”, dijo, refiriéndose a las protestas masivas en todo el país el sábado contra la vivienda inasequible que muchos culpan a la inmigración.
Otro legislador de Chega, tercera fuerza política portuguesa, dijo que Portugal y otros países europeos eran incapaces de controlar las entradas, lo que creaba una “sensación de inseguridad” por las llegadas no controladas.
Rui Afonso afirmó que algunas naciones europeas no estaban preparadas para acoger adecuadamente a inmigrantes que, en ocasiones, se veían “obligados a vivir en la calle y a caer en la delincuencia”. Las tensiones afloraron cuando la marcha se acercó a barrios obreros con gran población inmigrante.
Algunos manifestantes también se enzarzaron en un enfrentamiento con activistas proinmigración, partidarios de un Portugal abierto a los extranjeros. A lo largo del recorrido de la marcha también se colocaron carteles en paredes y paradas de autobús en los que se leía ‘Portugal sin inmigrantes, no’.
Según la Agencia para la Integración, la Migración y el Asilo, el número de extranjeros que viven en Portugal aumentó más de un 33% el año pasado, hasta superar el millón, lo que supone una décima parte de la población total.
La coalición de Gobierno de centro-derecha endureció la política migratoria del país en junio. Eliminó una medida que permitía a los inmigrantes solicitar la regularización si podían demostrar que habían estado trabajando durante al menos un año, aunque hubieran entrado ilegalmente en el país.