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El dolor se describe habitualmente como una de las sensaciones más incómodas que puede experimentar una persona y el de tipo crónico es especialmente desafiante. Uno de los desencadenantes más comunes son las enfermedades reumáticas, que tienen una elevada prevalencia.
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20% de la población mundial padece algún tipo de enfermedad reumática y representan el 35% de las causas de discapacidad global en la población adulta del mundo occidental.
En lo que a correr se refiere, siempre ha existido la percepción de que hacerlo de manera recurrente o regular podría desgastar las articulaciones con el paso de los años y producir episodios de artritis y desarrollar artrosis del mismo modo que lo hacen los neumáticos de un coche con el paso de los kilómetros. Y, aunque la ciencia se ha encargado de desterrar este mito, lo cierto es que el dolor acompaña a muchos corredores de manera persistente, sobre todo a determinadas edades.
Las investigaciones sugieren que enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, la fibromialgia y la osteoartritis tiene una relación bidireccional significativa con varios factores psicológicos, cognitivos y sociales como la depresión, la ansiedad, el estrés o la falta de sueño.
Más recientemente, se ha prestado más atención a otros factores que deben tenerse en cuenta en el tratamiento, como la mala alimentación, el sobrepeso y la obesidad, y una amplia gama de estudios han mostrado resultados prometedores cuando los pacientes con enfermedades reumáticas han seguido una dieta antiinflamatoria.
El poder de los alimentos
En este sentido, un estudio a cargo de investigadores españoles, publicado Frontiers in Nutrition, confirma las bondades de este tipo de dieta para aliviar los síntomas del dolor crónico. Y es que, como aseguran los expertos responsables del trabajo, la dieta occidental estándar se caracteriza por altos niveles de consumo de grasas saturadas, carbohidratos refinados, carne roja, sal y bebidas azucaradas, y una dieta de este tipo puede causar una producción excesiva de mediadores proinflamatorios junto con una liberación reducida de mediadores antiinflamatorios, incluidos los antioxidantes.
De hecho, junto con la inflamación, una menor ingesta de micronutrientes como los ácidos grasos omega-3, las vitaminas B y D, el magnesio, el zinc y los carotenos B se asocia al dolor crónico. Por todo ello, y basándose en un amplio corpus de conocimientos científicos, la OMS y otras instituciones científicas recomiendan actualmente la dieta mediterránea como el estilo de alimentación más saludable, ya que puede reducir el riesgo de varias enfermedades crónicas.
En el trabajo con sello español, los investigadores realizamos un estudio de intervención nutricional de 4 meses con alimentos basados en la dieta mediterránea y en la que se eliminaron alimentos proinflamatorios como los productos con gluten, la leche de vaca, la carne roja, el alcohol, el azúcar y los alimentos procesados. La media de edad de los participantes superaba los 50 años.
Así, al término del período de estudio, los expertos hallaron una correlación positiva entre los alimentos antiinflamatorios que consumían los participantes y las características físicas, el estrés y el dolor. Además, el consumo de la dieta antiinflamatoria también mejoró la depresión y los trastornos del sueño.
Alimentos antiinflamatorios
Evidentemente, los alimentos recomendados por los investigadores incluían aquellos con un alto contenido en proteína, grasas, fibra, vitaminas, minerales, sustancias fitoquímicas y antioxidantes:
- Aceite de Oliva Virgen Extra (3 cucharadas al día)
- Carnes blancas / Pescado blanco
- Pescado azul (tres raciones a la semana)
- Frutas (3 porciones al día)
- Verduras (2 porciones al día)
- Frutos secos (30 gramos al día)
- Legumbres (3 veces a la semana)
Dentro de las verduras, se incluyeron lechuga, espinacas, acelgas, escarola, judías verdes, tomate, espárragos, apio, pimientos, alcachofa, champiñones, zanahorias, coliflor, brócoli, berenjena, calabacín, pepino o coles de Bruselas.
En lo que se refiere a las frutas, se recomendó el consumo de fresas, uvas, frambuesas, moras, arándanos, cerezas, naranja, mandarina, pomelo, piña, kiwi, plátano, manzana, pera, melocotón, melón y sandía.
Eso sí, también había otro tipo de alimentos específicos recomendados por sus características y nutrientes con un elevado poder antiinflamatorio:
- Yogur natural / Kefir (una ración al día)
- Huevos (3-4 a la semana)
- Café (<3 tazas al día)
- Cúrcuma (En suplemento con pimienta negra. Todos los días)
- Chocolate puro (>80%)
Así pues, adherirse a una dieta como la mediterránea puede marcar la diferencia para aquellas personas que sufren de dolores crónicos y de afecciones como la artritis reumatoide.
Además, es especialmente determinante si también se sale a correr de manera habitual. Una buena alimentación permite un buen equilibrio tisular de los tejidos. El consumo nutrientes como el magnesio, la vitamina C o ácidos grasos omega 3, entre otros, ayudan a proteger los huesos, a la formación de cartílago y a reducir la inflamación. La dieta importa. Y mucho.
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.
