Juanfran Torres (Crevillente, 1985) anunció hace unos días que dejaba la vicepresidencia deportiva del Intercity, club que milita en Primera RFEF. El alicantino elige AS para romper su silencio y hablar sobre sus planes de futuro. No piensa dejar tirado al Intercity, pero asegura que el club necesita un cambio justo cuando se ha roto la negociación con el Hércules para fusionarse. De paso, Juanfran pasa revista al Atlético, donde fue leyenda, y a la Selección, donde también dejó huella.
¿Por qué ha dejado la vicepresidencia deportiva del Intercity?
Quiero aclararlo todo porque no salgo del club, sigo en el barco y con más fuerza y más ilusión que nunca. Mi salida del Consejo es algo personal, por unos principios y unos valores personales. No le pasa nada a mi familia, que todo el mundo enseguida me ha escrito por si le pasaba algo malo. En casa están todos bien, pero estoy en un momento de mi vida en el que el club me necesita en un posición diferente y en otras labores más importantes que en la de estar solamente en un consejo en el que me llegan asuntos para tomar una decisión final. Yo quiero ayudar a trabajar esos asuntos y estar más en el día a día, para trabajarlo y junto con Salva y el consejo, tomar las mejores decisiones. Últimamente nos llegan noticias con muchos problemas y esa dinámica hay que cambiarla.
Por lo que dice va a involucrarse más…
Bastante más. Ahora hay que ver las funciones, pero mi papel tiene que ser diferente y el trabajo también. Mi mujer no está muy contenta porque dice que trabajo más que cuando jugaba, pero bueno, estoy 100% involucrado en el Intercity, como mucha gente que conozco y ha confiado en mí. Yo no puedo salir de aquí corriendo. Pero tampoco soy el salvador del club. La gente tiene que saber que aquí hay un trabajo muy importante por hacer aún y que tenemos que mejorar a nivel profesional para no tener retrasos en los pagos o problemas con la gente que confía en este proyecto. También hay que mejorar para tener una captación de inversión cada vez más fuerte, seguir mejorando para que haya empresas en Alicante que confíen en nosotros, porque si no, la Primera RFEF nos come a nivel de presupuesto y estructura. Hay equipos muy potentes y si nos vamos quedando cada vez más atrás y no tenemos el foco en lo importante, que es seguir mejorando a nivel profesional y a nivel de inversión, seguiremos con problemas.
Su salida del Consejo del Intercity coincide con los problemas económicos del club y con la negociación frustrada con el Hércules por fusionarse…
El club tiene sus problemas en el día a día, pero como los tienen muchos clubes en Primera RFEF porque es deficitaria la categoría, pero en el Intercity hay también gente muy fiel a la entidad, para mejorar ese día a día. También estamos muy agradecidos por el apoyo de ABO (fondo de inversión), que nos da un gran sustento económico que necesitamos para subsistir. Luego, es cierto que ha coincidido con lo del Hércules. Pero aquí tampoco hay negociación. Tenía ganas de conocer a Enrique Ortiz y a esa figura tan importante en el Hércules. Es cierto que hubo acercamientos, se habló con la Federación y también a nivel de abogados, pero hay una situación muy compleja como es nuestra cotización en Bolsa. También pienso que siempre estuvimos lejos porque no se ha respetado al Intercity como club ni su trayectoria. Comentarios que he escuchado de 80% y 20%, OPA, absorción… todo eso transmite unos valores que yo no comparto. Mis valores de respeto son diferentes. Si hubiese habido una sintonía diferente creo que la fusión para la ciudad habría sido fuerte y bonita donde ambas entidades saldrían beneficiadas. Salva y cualquier accionista del Intercity estarán contentos de que el club siga su camino y con sus principios.
Lo que no tiene sentido es que en una ciudad como Alicante haya dos proyectos que se gasten un dineral cada temporada…
Yo también pienso que si esos presupuestos se unieran en uno solo podría salir un proyecto interesante sin desdibujar la historia que tiene el Hércules ni la del Intercity, por corta que sea. Pero no se ha dado y ya está.
¿Por qué se habla tanto de los problemas del Intercity? ¿Puede desaparecer?
Ya he escuchado varias veces que vamos a desaparecer y llevamos dos años ya en Primera RFEF. El Intercity es un proyecto que ha crecido demasiado rápido en muy poco tiempo y que está por encima de sus posibilidades. Por eso, estamos con la soga al cuello en el día a día. Estamos trabajando para superar esos pequeños obstáculos que estamos teniendo.
¿Puede garantizar la viabilidad del Intercity?
Si cambiamos esas cosas a nivel general, del día a día, como los retrasos, la búsqueda de más empresas e inversores, sí lo pienso. Debemos recordar que ABO supone el 85% de los ingresos para nosotros, pero luego hay un 15% que da estabilidad al club en los pequeños detalles del día a día. No estamos manejando bien muchos problemas que nos llegan por no tener el foco en asuntos más importantes. Por eso quiero estar más en el día a día y ayudar a tener más estabilidad.
¿Ha invertido mucho dinero en el Intercity?
He invertido sí, como muchos otros accionistas pero como en otras inversiones que tengo. El barco tiene muchos agujeros y puedo ayudar a tapar algunos como hace Salva, pero todos es imposible. El club necesita más inversión, pero con una mejor dirección. Está claro que, si estuviésemos en Segunda División, todo sería diferente, pero ahora estamos en Primera RFEF, y a día de hoy nuestro nivel de estructura de club es de Segunda RFEF de mitad de tabla. Esa es la realidad. Nuestros accionistas merecen que mejoremos la estructura y por eso estoy insistiendo en que necesitamos cambiar en diferentes parcelas para tener más estabilidad y que esa inversión que hemos hecho todos en el Intercity no se pierda.
¿Se arrepiente de haber entrado al Intercity?
Para nada. Lo volvería a hacer y me tocaría discutir otra vez con mi mujer (risas). En serio, soy una persona que cuando tiene un objetivo en mente, intenta conseguirlo. A veces las cosas no salen, pero a mí siempre me ha salido todo o casi todo con humildad y mucho trabajo aunque no garantice el éxito. Pero es cierto que a lo mejor llega un momento en el que no das para más, pero ahora mismo no es el caso. Yo veo a mucha gente del club que viene todos los días a trabajar, incluso con algunos retrasos en las mensualidades y están con mi mismo compromiso. Confían en Salva, en mí y en el proyecto aunque a veces haya dificultades. Creo sinceramente que si mejoramos ciertas cosas, con Salva y conmigo capitaneando el barco, podemos conseguir nuestros sueños y objetivos.
Cuando usted fichó por el Atlético tampoco estaba el club en su mejor momento. ¿Lo pone de ejemplo?
Sandroni, nuestro entrenador, se enfada conmigo cuando pongo cualquier ejemplo del más alto nivel. A lo mejor me confundo por la situación, pero la base es la misma. Cuando llegué al Atlético, teníamos problemas económicos muy importantes pero con la llegada del Cholo, unión de jugadores, afición y club todo fue estabilizándose. Eso necesitamos en el Intercity. Sinceramente, pienso que no estamos en playoff por nuestros problemas internos y por esa estabilidad que nos falta. Hay que mejorar para dar ese salto al fútbol profesional.
Tras descartarse la unión con el Hércules, ahora podrán centrarse en el Intercity exclusivamente…
Mi realidad es el Intercity, donde estoy aprendiendo mucho en el día a día, con nuestros problemas y nuestras cosas buenas. Quiero seguir creciendo y llegar lo más arriba posible. Que clubes como el Atleti, que es también mi casa, piensen en mí algún día. Aunque sea dentro de 10 años. Ahora mismo, quiero que sepa todo el mundo que mi objetivo es que le vayan bien las cosas a Intercity.
Decía que quiere estar en el día a día en el Intercity. ¿En qué parcela?
Cuando termine la temporada lo hablaremos. Pienso que Jorge López es el mejor director deportivo que podemos tener. Yo no quiero ocupar el puesto de nadie, pero sí me gustaría iniciar diferentes proyectos para ayudar a encontrar esa estabilidad. Podemos llamarlo director general o lo que sea. No necesito un cargo específico tampoco, ni un despacho ni una silla para ayudar y mejorar en el club.
Le tengo que preguntar por el Atlético. Todo o nada en la Champions…
Estoy ‘dentro’ del Atlético. Tengo muy buena relación con Miguel Ángel Gil Marín y con varios capitanes y trabajadores. Estoy muy cerca de mi Atleti. En Champions, hay que volver a crear esa atmósfera que se creó ante el Inter para esos dos partidos ante el Borussia. Si pasamos, creo que podemos tener un final bonito en esta competición. Tarde o temprano tenemos que llegar a otra final. En Liga, hay que asegurar otra vez esa plaza de Champions porque va a estar dura esa pelea con el Athletic.
¿Cómo ve a España antes de la Eurocopa?
Si no solucionamos los problemas en la Federación, no vamos a llegar bien. Hay que solucionar eso antes de la Eurocopa. Si no hay unión entre dirigentes, equipo y afición, no nos va a ir bien. Pienso que tenemos un seleccionador buenísimo y una gran plantilla. Pero en la Federación se tienen que poner las pilas porque si no, lo vamos a sufrir y no vamos a llegar tan lejos como nos gustaría.
¿Cómo vivió los pitos a Morata en el Bernabéu?
Seguro que sería de algún madridista (risas). En serio, Morata tiene que estar tranquilo porque es un jugador muy importante para la Selección y ha marcado goles muy importantes. No podemos decir que eres español y luego no demostrarlo.
¿Cómo convivió usted con el racismo en su etapa como jugador?
En mi época también había y te faltaban al respeto. Si yo me hubiese tenido que enfadar por cada cosa que me decían en el campo… Me ha parecido muy bien la reacción de Íñigo Martinez. Nadie tiene derecho a llamarte tonto. Puede que no te guste cómo juegas, pero no se puede faltar al respeto. Hoy en día parece que se puede decir todo a cualquier persona. Pero también es verdad que muchas veces hay jugadores que avivan la crispación.
¿Lo dice por Vinicius?
No lo digo solo por él. A veces tiene unos comportamientos inadecuados. Yo no veo a Rodrygo, Modric o Kross, por ejemplo, comportarse así. Pero que quede claro que eso no justifica que te insulten. A lo mejor también habría que sancionar al jugador que hace gestos o provoca. Aunque insisto en que no todo vale para que te falten al respeto.
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