El segundo día del juicio criminal contra el expresidente Donald Trump en Nueva York por los pagos presuntamente irregulares a una actriz porno durante su campaña electoral de 2016 permitió al fin seleccionar a 7 de los 12 miembros del jurado (más 6 suplentes), un proceso dificultado por la polarizante figura del ahora de nuevo más que probable candidato republicano a la Casa Blanca.
El jurado es anónimo, por lo que los nombres de sus integrantes no se revelaron en la audiencia pública, pero entre los panelistas se encuentran un abogado, un vendedor, una enfermera de oncología, un consultor de informática, un profesor y un ingeniero de software. Los siete prestaron juramento y se les dijo que regresaran a la corte el lunes, informó nuestra cadena hermana NBC News.
La Fiscalía (que presentó 34 cargos penales contra el expresidente por ocultar presuntamente como gastos de campaña los pagos a la actriz Stormy Daniels) y los abogados de la defensa interrogaron durante horas a los candidatos sobre sus publicaciones en redes sociales, opiniones políticas y vidas personales para decidir si podrían ser justos. Ocho fueron excusados tras negar que pudieran ser imparciales o por otros compromisos; varios más dijeron que sí podrían decidir de forma justa más allá de su opinión personal.
El metódico proceso (que podría llevar varios días; ayer no se pudo elegir a ninguno; mañana no habrá sesión en la corte) ilustra el desafío sin precedentes de encontrar personas que puedan juzgar a Trump, que insiste en que el proceso es una “caza de brujas” impulsada por los demócratas para desactivar su candidatura.
El juicio sitúa además las acusaciones judiciales contra Trump en el centro de su carrera electoral contra el presidente, el demócrata Joe Biden. Es el primero de los cuatro casos penales de Trump que llega a juicio, y puede que sea el único en llegar a un veredicto antes de que los votantes decidan en noviembre al próximo presidente.
Trump observó en este martes en la sala del tribunal cómo sus abogados desafiaban a un candidato a jurado (sus identidades están protegidas por el juez) por una publicación en las redes sociales que hizo después tras su derrota electoral de 2020. En un momento, Trump habló en voz alta e hizo gestos mientras el juez interrogaba al candidato, lo que hizo que el juez le amonestara: “No sé lo que estaba diciendo, pero era audible y estaba gesticulando. Y hablaba en dirección al jurado”, dijo el magistrado, Juan Merchán: “No toleraré que ningún jurado sea intimidado en esta sala del tribunal”.
El fiscal Joshua Steinglass le dijo a los candidatos que no se busca a personas que hayan estado “viviendo bajo una roca durante los últimos 8 años”, “Sólo necesitan mantener la mente abierta”, dijo, “este caso no tiene nada que ver con sus políticas […] no es un referéndum sobre su presidencia ni un concurso de popularidad ni sobre a quién votará en noviembre. No nos importa. Este caso trata sobre si este hombre violó la ley”.
Tras abandonar la sala este martes, Trump reiteró sus críticas al juez Merchan, al que calificó de “en conflicto”. También alegó que el juez estaba “apresurando este juicio, y está haciendo todo lo que puede a favor de los demócratas”.
“Esto es una caza de brujas inspirada por [el presidente Joe] Biden, y debería terminar, y debería terminar muy rápido”, añadió.
Trump se ha declarado inocente de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales como parte de un presunto esfuerzo por evitar que surjan historias lascivas (y, según él, falsas) sobre su vida sexual durante su campaña de 2016. Antes de entrar al tribunal este martes se detuvo brevemente para dirigirse a una cámara de televisión en el pasillo, repitiendo su afirmación de que el juez tiene prejuicios en su contra y que el caso tiene motivaciones políticas. “Este es un juicio que nunca debería haberse llevado a cabo”, dijo.
Dado que se espera que el juicio dure seis semanas o más, varios candidatos a jurado mencionaron los planes que tienen para el Día de los Caídos y más allá. Uno de los padres fue excusado este lunes debido a la boda de un niño a finales de junio. Otra persona fue despedida el martes a causa de un viaje que tenía previsto. Un hombre fue excusado después de decir que temía que su capacidad de ser imparcial pudiera verse afectada por un “sesgo inconsciente” por haber crecido en Texas y haber trabajado con personas que “intelectualmente tienden a inclinarse hacia los republicanos”.
“No estoy seguro de poder decir más allá de toda duda razonable que puedo ser justo”, dijo otro candidato al juez. “Puedo intentarlo, pero no estoy 100% seguro de poder”. Ella también fue descartado.
Una mujer que dijo que no está de acuerdo con las políticas de Trump (y que a veces se siente frustrada por él) se comprometió a ser justa e imparcial y le dijo al abogado defensor Todd Blanche que daría lo mejor de sí misma si fuera elegida para el jurado. “Anoche no dormí pensando en si podría hacer eso”, recalcó.
Después de que otro miembro del jurado dijera que no podría actuar de manera imparcial, Trump se giró en su silla y miró en dirección al palco. Durante los primeros minutos del día, pareció en general atento, tomando notas y llevándose hojas de papel a la cara mientras los candidatos recitaban las respuestas a un cuestionario.
Trump sonrió y asintió con la cabeza de manera exagerada cuando otra persona dijo que había leído dos de los libros del expresidente. Los familiares de su esposa son cabilderos del Partido Republicano, dijo que no creía que hubiera nada que le impidiera considerar el caso de manera justa: “Siento que nadie está por encima de la ley”.
