WASHINGTON —
Los republicanos de la Cámara de Representantes se están apresurando para centrar la atención en el papel de la vicepresidenta Kamala Harris en la gestión del gobierno del presidente Joe Biden en la frontera de Estados Unidos con México, y aprobaron el jueves una resolución que condena su desempeño en el cargo.
La resolución, que es puramente simbólica, hace eco de una línea de ataque que el republicano Donald Trump ha adoptado contra Harris desde que se alzó como probable candidata presidencial demócrata. Todos los republicanos de la Cámara de Representantes y seis demócratas en duras contiendas por la reelección votaron a favor de la resolución.
El presidente Biden le encargó a Harris al principio de su mandato que abordara las causas estructurales de la migración. Los cruces fronterizos acabaron convirtiéndose en un importante lastre político para Biden cuando alcanzaron niveles históricos. Desde junio, cuando Biden anunció importantes restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera, las detenciones de migrantes que cruzan la frontera sin documentación han descendido.
Queda por ver si la frontera se convertirá en un lastre político para Harris como lo fue para Biden. Pero los republicanos señalaron que Harris no tomó medidas drásticas contra los migrantes que carecen de la documentación requerida.
“El resultado de su inacción ha sido un número récord de cruces ilegales, comunidades abrumadas y una evisceración del estado de derecho”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Trump ha prometido deportar a millones de personas si gana las elecciones presidenciales y ha convertido la retórica antiinmigración en un eje central de su campaña.
La votación en la Cámara de Representantes evidenció algunas fisuras en la confianza que los demócratas le han otorgado hasta ahora a Harris.
Los seis demócratas que votaron a favor de la resolución —los representantes Yadira Caraveo, de Colorado; Henry Cuellar, de Texas; Don Davis, de Carolina del Norte; Jared Golden, de Maine; Mary Peltola, de Alaska; y Marie Gluesenkamp Perez, del estado de Washington— procedían en su mayoría de estados políticamente oscilantes y habían sido anteriormente críticos con Biden. La medida instaba a los “funcionarios electos a comprender la gravedad de la crisis fronteriza y a ejecutar las políticas para solucionarla”.
