El exembajador de Estados Unidos Víctor Manuel Rocha, condenado a 15 años de prisión por espiar durante más de tres décadas para el régimen de Cuba, se comprometió a reparar el daño a sus víctimas como colaborador de las agencias del país al que traicionó.
“Asumo [plenamente] la responsabilidad por ello y acepto la sanción que debo pagar. Y lo que es más importante, estoy reparando, y seguiré reparando cuando sea necesario, el daño causado a través de mi colaboración incondicional con aquellos a quienes traicioné“, expresó Rocha ante la jueza Beth Bloom previo a la lectura de la condena el pasado viernes, citó El Nuevo Herald.
La jueza condenó a Rocha –nacido en Colombia y criado en los barrios populares de Harlem– a un total de 15 años de prisión: 5 años por el cargo de conspiración y 10 años por actuar como agente ilegal de un gobierno extranjero.
El exdiplomático escapó de los suburbios de Harlem tras ganar una beca para una escuela preparatoria de Connecticut y luego otra para la Universidad de Yale, donde se radicalizó, lo cual lo habría llevado a convertirse en espía del régimen cubano, que en esa época lanzaba encendidos discursos sobre justicia social y la importancia de la revolución liderada por Fidel Castro.
“Durante mis años de formación en la universidad, estuve fuertemente influenciado por la política radical de la época. (…) Mi profundo compromiso en ese momento con el cambio social radical en la región me llevó a la eventual traición de mi juramento de lealtad a Estados Unidos durante mis dos décadas en el Departamento de Estado”, explicó Rocha.
Dijo que “hoy ya no veo el mundo con los ojos radicales de mi juventud”.”Mi larga y exitosa transición al sector privado culminó cuando me convertí en un alto ejecutivo internacional en el sector minero durante más de una década”, afirmó el exdiplomático.
Durante su carrera diplomática Rocha fungió como embajador de Washington en varios países como Bolivia, e incluso trabajó para la Sección de Intereses de EEUU en La Habana entre 1995 y 1997, siendo agente de la inteligencia cubana.
Cuando salió del Departamento de Estado, Rocha fue asesor del Comando Sur de EEUU y después se convirtió en un exitoso empresario del sector privado, que antes de su arresto en diciembre trabajó como presidente de Barrick Gold Corp. en República Dominicana y como asesor internacional del despacho de abogados de Miami Foley & Lardner LLP.
En diciembre de 2023 los fiscales acusaron a Rocha de actuar durante décadas como un agente encubierto “de los servicios de inteligencia de Cuba”. Fue arrestado en Miami el 1 de diciembre de 2023, tras confesar sus actividades a un agente del FBI que se hizo pasar por un espía cubano.
Según la acusación, entre 2022 y 2023, el exdiplomático tuvo tres reuniones grabadas con un agente especial del FBI que se hizo pasar por un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, durante las cuales se refirió constantemente a Estados Unidos como “el enemigo” y admitió que su objetivo durante su tiempo en el Departamento de Estado fue “fortalecer la Revolución” cubana.
Entre 1981 y 2002 fue empleado del Departamento de Estado de EE.UU. y ocupó varios puestos en las embajadas en República Dominicana, Honduras, México, Argentina y Bolivia.
La Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) recibió en 2006 las primeras informaciones de que Rocha espiaba para La Habana, pero se mostró escéptica y finalmente ignoró las acusaciones.
Un cable de la AP señalaba recientemente que en 2006 un teniente coronel desertor del Ejército cubano se presentó en la casa de Miami del exagente de la CIA Félix Rodríguez y le dijo que Rocha estaba espiando para Fidel Castro.
Sin embargo, Rodríguez, quien participó en la invasión de bahía de Cochinos (1961) y en la ejecución de Ernesto “Che” Guevara (1967), creyó en ese momento que la información sobre Rocha era un intento de desacreditar a un compañero de cruzada anticomunista que además ya era reconocido y respetado en Miami.
No obstante, transmitió el mensaje del desertor a la CIA, que también se mostró escéptica. “Nadie le creyó. Todos pensamos que era una difamación”, lamentó Rodríguez en declaraciones a la AP.
Rocha traspasó el pasado 8 de febrero cuatro propiedades de lujo a su esposa Karla Wittkop Rocha por un valor de más $4 millones de dólares.
