Pocos son los mexicanos que pueden presumir de competir en categorías profesionales del automovilismo a nivel mundial, Santiago Ramos es uno de los afortunados. Con tan solo 20 años es considerado como una joya nacional, y su proyección en Fórmula 3 es tal que ha sido nombrado como el Embajador del Gran Premio de México de 2024.
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“Me siento muy orgulloso por el nombramiento. Es un evento que desde chico me hace mucha ilusión. Es el trabajo que yo llevo durante estos años de carrera. Le he dedicado muchísimas horas, días, momentos difíciles, momentos felices. He dejado muchas cosas atrás como mi familia en México, a mis amigos, desde muy temprana de edad y creo que es un proyecto que hemos ido consolidando poco a poco”, dijo en entrevista con ESTO.
Según Ramos, el gusto por los autos lo tiene desde pequeño y sus padres se percataron a tal punto que en le regalaron un Go-Kart al cumplir cuatro años e inclusive señaló que “apenas podía hablar y caminar, pero ahí estaba trepado en el auto a todo lo que daba. Yo siempre supo que para mí esto era lo correcto, luchar hasta el último momento por ese sueño”.
Desde entonces, su familia nunca lo dejó solo, hasta que partió a Europa con 15 años y sin su compañía con el sueño de llegar hasta la Fórmula Uno. Un objetivo lejano, para muchos imposible pero que confía que logrará tarde o temprano.
“Yo creo que las oportunidades se dan con los resultados. Podemos ver, por ejemplo, lo de Oliver Bearman, un joven muy talentoso, en algún momento competimos juntos en la misma categoría y tuvo la oportunidad de participar en el Gran Premio de Arabia con Ferrari. Es un sueño de todos Estamos en F3, ya después en F2 buscaremos la posibilidad, pero definitivamente es algo complicado. Quiero ser campeón del mundo”, comentó.
SANTIAGO RAMOS ESTUVO CERCA DE ABANDONAR EL SUEÑO
Pese a la ilusión y motivación con la que expresa su deseo de luchar por llegar a la Fórmula Uno, Santiago Ramos confesó que no siempre fue así. Inclusive, existieron momentos donde estuvo cerca de claudicar, de cuestionarse si sería o no para el automovilismo y hasta de abandonar su sueño.
“En 2021 participaba en la F4 italiana, tuvimos prácticas libres en Misano y ahí tuve un accidente donde me fracturé dos vértebras. El doctor me dijo que no podía formar parte de ninguna competencia ni de subirme a ningún coche durante los siguientes dos meses. Ese momento fue, lo más bajo que he tenido en mi carrera. Ahí realmente fue donde me pregunté, ‘¿esto es lo que quiero hacer? A lo mejor es una señal’, pero no, simplemente reafirmó mi deseo”, explicó.
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Dentro de las labores que tendrá Santiago Ramos como Embajador del Gran Premio de México están “impulsar a las jóvenes generaciones que vienen. Decirles que sigan sus sueños, que las cosas sí se pueden, simplemente es trabajo fuerte y siempre trae sus recompensas. Esperemos que en algún momento no sea nada más un piloto mexicano en Fórmula 1. Que tengamos varios y que podamos pelear por ese campeonato del mundo”, sentenció.
