Advertisement
You have a preview view of this article while we are checking your access. When we have confirmed access, the full article content will load.
Sus empleados afirmaron que las dificultades de la empresa que fabrica aviones no son nuevas, pero que se agravaron durante la pandemia, cuando perdió a miles de sus trabajadores más experimentados.
Boeing se ha enfrentado a una intensa presión y escrutinio desde que un panel salió volando de un 737 Max 9 poco después de que el avión, un vuelo de Alaska Airlines, despegó el 5 de enero. El episodio ha despertado nuevas preguntas sobre la calidad de las aeronaves que la compañía produce varios años después de que dos aviones Max 8 se estrellaran, matando a casi 350 personas.
Entrevistas con más de dos decenas de empleados actuales y antiguos revelan que desde hace tiempo existen preocupaciones sobre la calidad, especialmente a medida que crecía la presión para mantener la producción en las fábricas de la empresa.
Ahora, Boeing se enfrenta a un inmenso reto al intentar introducir cambios que puedan mejorar la calidad de sus productos y recuperar su credibilidad ante legisladores, reguladores, aerolíneas y el público en general.
He aquí algunas conclusiones.
Los problemas de calidad datan de hace años
Empleados actuales y antiguos de Boeing afirmaron que durante años sintieron que la calidad fue relegada a un segundo plano con el fin de que los aviones siguieran saliendo de las fábricas.
En las entrevistas, antiguos y actuales empleados de Boeing describieron prácticas preocupantes, como intentos de eludir los procesos de calidad. Una de ellas era la “búsqueda de inspectores”, en la que los trabajadores buscaban inspectores dispuestos a darles el visto bueno a su trabajo casi sin hacer preguntas.
Advertisement