Siente el Sevilla y hasta maneja ya acciones del club. Fabrice Pastor se lleva las manos a la cabeza cuando ve lo que está ocurriendo desde hace algunas temporadas en la entidad de Nervión. Para él, hay una gestión inconcebible y una dañina herencia. Proviene de una de las familias más poderosas de Mónaco, la misma que, sin ir más lejos, catapultó al club del Principado a instalarse en la élite continental, generando ganancias que el propio empresario cifra en quinientos millones de euros. «No sólo con la venta de Mbappé. Hubo muchísimos jugadores importantes», recuerda Fabrice en una charla informal con este medio. El multimillonario y ahora dueño del circuito mundial de A1 Pádel amasa magnos proyectos de presente y futuro, con la ciudad de Sevilla como uno de sus grandes epicentros y con el equipo del Ramón Sánchez-Pizjuán entre ceja y ceja.
Lo que era un secreto a voces lo confirmó ayer mismo el propio Fabrice Pastor: quiere entrar con fuerza en el mapa accionarial del Sevilla FC y tomar el control si se dan los condicionantes que espera. Lo proclama sin titubeos. E incluso pide un año para preparar el desembarco. Pastor se postula públicamente como la tercera vía para gestionar el Sevilla FC, la alternativa a los actuales dirigentes de Del Nido Carrasco y también a la oposición que han estado conformando su padre y expresidente Del Nido Benavente y los llamados ‘americanos’ de 777 Partners. Las acciones de estos últimos, que superan el diez por ciento del capital social del club, se encuentran bloqueadas por impagos. Pero hasta en esos detalles trabaja ya Fabrice Pastor, que en este caso prefiere no dar demasiadas pistas de sus movimientos: «¿777 Partners? Sí, tuve una reunión con el banco. No dejo flecos», puntualiza el empresario monegasco, que también conoce de primera mano al actual presidente sevillista y a Del Nido padre.
El multimillonario, que recientemente ha firmado un acuerdo con Yankee Global Enterprises, cuenta con cientos de apartamentos turísticos de lujo por todo el mundo, muchos de ellos en el centro de la capital hispalense. Quedó enamorado de la ciudad y del Sevilla FC. «Hace falta implicarse en el Sevilla FC. Mi padre se implicó mucho en el Mónaco, fue una dedicación durante 20 años. Es un proyecto de vida. No puede ser algo cortoplacista ni para que alguien se haga rico. El que se tiene que hacer rico es el club y el que tiene que mejorar es el Sevilla FC. Eso es lo que pasó en Mónaco. El Mónaco fue el club que más vendió en Francia en las últimas décadas», comentó ayer Fabrice Pastor en un desayuno con periodistas sevillanos.
Un momento «difícil»
«Soy alguien muy responsable y cuando me doy, me doy a fondo en algo. Cuando hago las cosas las hago de verdad. Mi ilusión es toda, porque el Sevilla es un club con un alma espectacular. Sevilla es una ciudad fantástica. Los béticos dirán lo que quieran, como es lógico, cada uno es de su equipo. Por su puesto el Sevilla tiene un elenco de fans tremendo. Creo que hay que hacer las cosas bien y estamos en un momento difícil en el Sevilla y viviendo cosas que no son el Sevilla FC», añade el empresario.
En cuanto a la tensión accionarial actual del Sevilla, en medio del conflicto de los Del Nido, Pastor afirma que «enfrentarse un padre a un hijo me parece antinatural. Hay que mejorar mucho en el tema interno. Trabajar la internacionalización desde dentro. No entiendo, por ejemplo, que un club juegue la Champions sin tener un sponsor. No puede ser. Esto debe ser la primera vez que ocurre en la historia. Es algo que no puede pasar. A ver este nuevo presidente y a ver qué hará en este año. Me he reunido con todos las partes, con él, con su padre… Yo no tendría que ver ni con una parte ni con la otra, porque en ese caso no me interesaría hacerlo», sentencia Fabrice Pastor, cuyo proyecto para el Sevilla FC es individual.
Gente «nociva» para el club
En la misma línea, insiste en que «el sevillismo se merece algo más, hay que estar y decirlo. Ya veremos qué se puede hacer. No podemos jugar una Champions sin sponsor. No quiero dar nombres, pero hay cosas en las que hemos puesto a gente como ídolos en el Sevilla y han sido muy nocivos para el club», afirma con contundencia, pero sin querer dar nombres en publico ni apuntar directamente a ningún expresidente o al propio Monchi. «Todo se ve en el tiempo. Si alguien tiene que ser presidente del Gobierno, que sea solo cuatro años. Que haga lo necesario, no que lo haga para ser reelegido. Me empuja la responsabilidad, por el amor al club. Creo que hay que esperar un año», repite pidiendo tiempo el empresario, que está dispuesto a desembarcar en el Sevilla con fuerzas renovadas.
